La nanotecnología es en el campo de la medicina, una herramienta muy prometedora a la hora de tratar múltiples enfermedades, incluido el cáncer. Gracias a su tamaño microscópico y sus propiedades fisicoquímicas (en donde hay agentes quimioterápicos o biológicos contenidos), reduciría de manera directa la toxicidad en la zona del tumor y de manera no invasiva.
Aplicada en la lucha contra el cáncer – enfermedad que mata a 1 de cada seis personas en el mundo, según la OMS– , parece un buen augurio: una terapia que superaría todos los mecanismos de resistencia a los tumores. Sin embargo, en la práctica, la nanomedicina encuentra todavía desafíos por resolver.
Según el doctor Roberto Bianchi, oncólogo clínico y Jefe de Auditoría Oncológica de OSEP (Mat.2220), si bien se está avanzando a pasos agigantados en nuevas terapias, los tratamientos contra el cáncer son heterogéneos, por lo que dependerán del paciente, su enfermedad y los resultados de los estudios anatomopatológicos que se le realicen.
“La nanomedicina viene desarrollándose hace bastante tiempo. De hecho, estudios antiguos probaron ‘montar’ un fármaco utilizado para la quimioterapia contra el cáncer (la doxorrubicina) a nanovesículas (liposomas, moléculas de grasa), obteniendo mayor efectividad que con la utilización única de la doxorrubicina. Pero el tratamiento del cáncer, depende de cada paciente, de su tolerancia y de muchos otros factores. Debe ser como ‘un traje a medida’. Por lo que el desarrollo de la nanomedicina vendría a funcionar, en caso de poder realizarse, como un tratamiento más para algunos pacientes candidatos a esa terapia”, explicó el especialista.
De acuerdo a lo resaltado en un estudio reciente titulado “Nanomedicinas contra el cáncer”, el uso de las nanotecnologías es bastante controvertido, pues si bien supone mayor eficiencia y seguridad en la protección y trasporte de los fármacos, es dificultosa su aplicación clínica, como así también su comercialización. Así, el documento señala que sólo un 5% de las nuevas Nanomedicinas superan los ensayos preclínicos (seguridad y eficiencia), pudiendo apenas una porción- de ese cinco por ciento- pasar los exámenes clínicos y sus distintas etapas (fases 0 a 4).
“A nivel preclínico, las nanomedicinas contra el cáncer están progresando exponencialmente, pero a nivel clínico, los estudios de eficacia terapéutica son insuficientes, esto hace que se produzca una desaceleración en el desarrollo de nanopartículas. Las principales causas de este fracaso pueden ser el poco conocimiento sobre la heterogeneidad del cáncer, los propios pacientes y la incapacidad de adaptar los nanosistemas a la biología del tumor”, plantea el autor del documento.
¿De qué depende entonces el éxito de las nanoterapias?
Según Guillermo Gutiérrez López, autor de la investigación citada, hay distintos tipos de nanomedicinas que pueden ser exitosas si cumplen con los siguientes factores:
- Conocen la interacción entre la fisiopatología del tumor y el comportamiento de las nanomedicinas a nivel tumoral, favorecen la acumulación de las nanopartículas en la zona deseada, favorecen la distribución intratumoral;
- Desarrollan nuevas nanomedicinas para pacientes o poblaciones específicas;
- Desarrollan y explotan modelos clínicamente relevantes con animales (los actuales con ratones no tienen comparativa); y
- Pre-seleccionan a pacientes que sean más propensos a responder de forma correcta a una terapia determinada.
Por otro lado, según el oncólogo entrevistado, el éxito dependerá del conocimiento en profundidad de la heterogeneidad del cáncer, de que se superen las pruebas clínicas y pueda comercializarse y de una autorización internacional con aplicación nacional.
“Lo fundamental de cualquier tratamiento contra el cáncer está en la sobrevida del paciente. ¿Cuánto tiempo garantiza su éxito? ¿Cuál será la calidad de vida? Eso lo evalúa el profesional en base a varios factores. Actualmente, se realizan terapias como quimioterapia, radioterapia, cirugías para muchos tumores, anticuerpos monoclonares e inmunoterapia. No todas las terapias sirven a todos los pacientes. Y creo que a donde vamos es hacia tratamientos individuales, a una medicina personalizada como propone el autor”, sentenció Bianchi.
En la actualidad, los profesionales señalan que sigue siendo relevante la detección precoz del cáncer ante todo.