Las estimaciones del último informe sobre economía en salud del gobierno nacional indican que, en sanidad, el Estado destina $1.005.199 millones de pesos. Esto representa un 9.4% del producto bruto interno anual, buscando garantizar el acceso de los argentinos al sistema de salud.
Bajo este plan, los gobiernos ensayan distintas mediciones de gastos en salud con resultados impares. Sin embargo, de acuerdo con el presidente de la Asociación de Economía para la Salud, Ariel Goldman, la discusión debe ser más compleja si se habla de equidad, centrándose en el destino de los gastos.
“Gastar más no indica gastar bien, no muestra mejores indicadores de salud. Efectivamente vale la pena gastar más, pero, sacando este momento de Covid-19, no se gasta equitativamente. Se puede ver en cada provincia cómo los fondos, los recursos humanos, la infraestructura quedan centralizados, y llegan poco o no llegan al interior de las jurisdicciones”, comentó el profesional.
Según el especialista, un buen gasto en salud implica, por un lado, informatizar la salud (tener cargada la historia clínica de todos los pacientes en la red de salud), ya que contando con tal información el Estado puede tener una noción más certera sobre a dónde destinar los recursos. Así mismo, de acuerdo al presidente de la asociación, invertir bien en salud implica no contabilizar la cantidad de personas que ingresan a un hospital a una guardia, a un consultorio o a una cirugía, sino medir las nociones cualitativas de todos los hospitales.
Para Goldman, un buen gasto en salud también debe tener en cuenta a la telemedicina, lo cual se ha visto reflejado durante esta pandemia: “Gente que vive lejos, que tiene que viajar a la capital de su provincia para atenderse, se ha visto auxiliada por la telemedicina. Desconozco la realidad de todo el país, pero creo que sí, que se ha realizado una mayor inversión en salud digital. Pero aún hay mucho por hacer en ese campo”.
Finalmente, según el profesional, invertir bien en el sector salud consiste en contar con el recurso humano necesario, el cual escasea hoy en Argentina: “No se trata sólo de tener infraestructura, tecnología, sino también de tener los profesionales. En nuestro país hay médicos y especialistas de excelencia, pero no alcanzan para brindar una real cobertura universal”.
Medidas preventivas: ¿Evitan gastos al sistema de salud?
En cuanto a las políticas que puede destinar el estado para prevención de enfermedades y su inversión, el especialista entrevistado y distintos autores e investigadores del campo de la salud coinciden en que pueden resultar de muy alto costo, si bien destacan que son necesarias. Así, Goldman señaló que el problema está en los gastos que el Estado debe realizar en cuanto a recurso humano, diagnóstico y tratamiento en la actualidad, los cuales podrían así mismo incrementarse a futuro si no se atiende a tiempo a pacientes con enfermedades de base: “Una acción preventiva no garantiza que la persona no pueda enfermarse de otra cosa. Busca que la gente viva más, pero no asegura lo anterior. Estoy a favor, se deben realizar medidas preventivas, pero no se puede decir que hacer prevención signifique menos gasto para el Estado”.
¿Podemos contribuir los ciudadanos con un gasto más eficiente en salud?
Para concluir, interrogado sobre la actuación que puede tomar la población sobre la salud y los gastos del sistema, el presidente de la asociación dijo que es importante la autorresponsabilidad en el cuidado del estilo de vida, del medio ambiente y de la educación para contribuir con la distribución de la inversión. En ese sentido, indicó que muchas ideas y propuestas vienen de la sociedad y de los niños, por lo que pidió “escuchar más, para administrar bien los recursos”: “No todo es responsabilidad de la gente, por supuesto que no. Para lograr equidad y resultados, el Estado debe gastar más. Sin embargo, la educación en salud (no sólo sexual y reproductiva, sino de hábitos también) puede contribuir con el gasto”.