Recientes estudios internacionales confirman una relación directa entre la obesidad y un mayor riesgo de complicaciones y muerte entre quienes contraen Covid-19. Uno de ellos fue publicado en abril por el prestigioso JAMA (Journal of American Medical Association), y describe una mayor mortalidad por Covid-19 en pacientes excedidos de peso. Incluso señala que personas jóvenes que son obesas tienen un riesgo semejante al de mayores de 70 años ante una infección por el nuevo coronavirus.
Esta situación afecta al 25,4 % de los argentinos que son obesos (mientras que un 60% tiene sobrepeso), según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del ministerio de Salud.
“Sabemos que las personas con obesidad tienen riesgo de cursar de forma más severa los cuadros respiratorios, porque esto ya había pasado durante la pandemia de H1N1”, comentó la doctora Ana Cappelletti (M.N. 76.523), médica especializada en endocrinología y obesidad, directora de posgrados en Obesidad de la Universidad Favaloro.
Pese a que, a diferencia de la edad, la obesidad constituye un factor de riesgo “modificable” en relación al Covid-19, en el inicio de la actual pandemia hubo una desatención de quienes padecen esta enfermedad y otras afecciones crónicas.
Para la doctora Cappelletti, quien es además secretaria de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), la falta de medidas de protección para este grupo de riesgo frente al coronavirus responde a “la dificultad del sistema de salud de encarar a la obesidad como una enfermedad crónica”.
MECANISMO INFLAMATORIO
¿Por qué un IMC (índice de masa corporal) elevado aumenta el riesgo de contraer las formas severas de Covid-19 y de mortalidad? Cappelletti lo explicó así: “En las personas con obesidad hay un cuadro inflamatorio crónico que es mayor según aumenta el grado de exceso de peso. Y la respuesta inmunológica de las personas con obesidad no está debidamente regulada: pierden capacidad de responder de manera efectiva para bloquear la infección del virus. Se genera algo que los científicos llaman una ‘tormenta inflamatoria’”, detalló.
“A la inflamación de base, se suma la inflamación causada por el coronavirus y esto hace principalmente blanco en el pulmón, donde se genera la neumonía”, agregó la especialista.
Por otra parte, las personas obesas tienen afectada su mecánica y capacidad respiratoria. Además, se asocia con un mayor riesgo de diabetes mellitus, enfermedad cardiovascular y enfermedad renal, comorbilidades que aumentan la vulnerabilidad a las fallas orgánicas asociadas a la neumonía.
Asimismo, en pacientes obesos hay una disminución de la fuerza muscular. “Para los movimientos respiratorios necesitamos de los músculos y el diafragma -que es el músculo que divide la cavidad torácica de la cavidad abdominal- muchas veces se encuentra elevado por aumento de grasa dentro del abdomen”, lo que dificulta aún más la ventilación pulmonar, describió la médica.
CO-MORBILIDADES
Cappelletti aclaró que la obesidad afecta el sistema cardiorrespiratorio y el metabolismo, pero se considera de riesgo en sí misma, “es decir, que tenemos que tratarla como enfermedad de base, con un enfoque integral. Porque la disminución de peso mejora mucho todos los parámetros”, aseguró.
En el mismo sentido se expresaron los integrantes de la Comisión de Cirugía Bariátrica y Metabólica de la Asociación Argentina de Cirugía; Dres. Alejandro Grigaites, Jorge Harraca, Eduardo Babor, Ezequiel Fernandez y Ariel Ferraro. “Un gran porcentaje de los obesos severos o mórbidos presentan enfermedades concomitantes o comorbilidades como hipertensión arterial, diabetes tipo II, trastornos pulmonares, niveles elevados de colesterol y otros lípidos, hígado graso, trastornos cardiovasculares mayores. Cada una de estas enfermedades presenta factores de riesgo que elevan la posibilidad de infección grave y mortalidad”, advirtieron. Y recomendaron hacer un seguimiento estricto de los pacientes y no suspender los tratamientos.
CUARENTENA Y TRATAMIENTO
Cappelletti también instó a considerar el impacto emocional de la cuarentena y el aislamiento entre quienes padecen exceso de peso. “La situación de confinamiento complica, porque influye sobre las emociones y porque estamos más tiempo en casa y el movimiento se hace más difícil”, puntualizó.
Una encuesta realizada a más de 5.000 personas por la SAN, mostró que más de la mitad consideraba que había aumentado de peso durante la cuarentena.
A pesar de que la evidencia científica es contundente respecto de la necesidad de considerar la obesidad como una enfermedad que eleva el riesgo de padecer las formas severas de coronavirus y que se asocia con una mayor tasa de mortalidad, “todavía los servicios de salud no consideran en todos los casos la cobertura del tratamiento médico y quirúrgico, ni los medicamentos. Es muy baja la cantidad de personas con obesidad que acceden a la cirugía bariátrica, considerada como el tratamiento con más posibilidades de éxito para pacientes con obesidad severa”, advirtió la especialista.
LA OTRA PANDEMIA
La médica especializada en endocrinología y obesidad sostuvo que es “fundamental remarcar que en este momento estamos ante un choque de pandemias: por un lado, la pandemia de Covid-19, que finalmente será controlada cuando aparezca una vacuna o tratamiento, mientras la pandemia de obesidad ya existía antes y causa 2.800.000 muertos por año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), no tiene una única causa y requiere un enfoque multisectorial”.
La obesidad “es una enfermedad multicausal, por lo que la batalla involucra el ambiente obesogénico, que entre todos construimos, y no solo las cuestiones genéticas”, remarcó Cappelletti.
Por eso, se refirió a la importancia de entender que la obesidad no es causada por la falta de voluntad de las personas y que el mensaje de que “coman menos y se muevan más” no tiene en cuenta la gran complejidad de esta enfermedad.“Si nos quedamos en la responsabilidad del paciente, lo estamos estigmatizando y además subestimamos la complejidad de esta enfermedad crónica, que tiene que ver con el ambiente, con la sociedad y con las políticas de salud y la industria”, finalizó la médica, alentando a quienes presentan exceso de peso a no demorar la consulta ni interrumpir el tratamiento.