En el décimo primer foro de tecnologías de la información aplicadas a la salud, distintos participantes acercaron experiencias, opiniones, soluciones y novedades que trajo la nueva pandemia por coronavirus. Más de una quincena de expositores encontraron un lugar y dialogaron en una mañana que dejó mucho para pensar a la industria de la salud.
Una de las temáticas presentadas fue la de la aplicación de los dashboards en el sistema médico (específicamente en el de Nueva York), el cual permite tomar decisiones y proceder al gobierno, al tiempo que da a la población información actualizada de la pandemia.
Según Omar Álvarez Pouzá, profesor adjunto de Administración y Sistemas y de Marketing Integrado en la Universidad de Nueva York, esto significó un salto digital ante la pandemia, ya que permite la observación de indicadores tan importantes como cantidad de infectados por zona, hospital, etc. Además, visualiza la cantidad de personas fallecidas y pacientes recuperados.
“En New York, los dashboards permiten también observar datos sobre siete métricas: disminución de hospitalizaciones, disminución de muertes, nuevas hospitalizaciones, capacidad de las camas del hospital, capacidad de las camas de Unidad de Cuidados Intensivos, capacidad de las pruebas diagnóstico y capacidad de seguimiento de contactos”, especificó el profesional.
De acuerdo con el especialista, el parámetro de esos datos es utilizado en el Estado de Nueva York en conjunto con lo que dice la ciencia y los profesionales para decidir qué fase de la cuarentena se va a transitar: “Para la fase 1, se piensa en una semi apertura que permita tareas de construcción, agricultura, tareas de manufactura esenciales y distribución. Para fase 2 (para la cual todavía no se está hablando), se activan servicios profesionales, y comerciales. En la fase 3, se activan restaurantes y, en la fase 4, recreación, turismo y educación. Ahora se está analizando en abrir fase 1”.
Volviendo específicamente sobre los datos del dashboard, Pouzá señaló que la capacidad de atención médica para permitir una primera fase en todo New York o en regiones del Estado implica contar con al menos el 30 por ciento del total de camas hospitalarias y de terapia intensiva disponibles en todo momento.
Así mismo, según el profesor, se han realizado 2 millones de testeos, lo cual es también importante para que los puntos críticos puedan aislarse de manera rápida y efectiva.