Así como las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones han resultado ampliamente beneficiosas para continuar atendiendo pacientes en forma remota y a través de múltiples plataformas digitales, también afrontan otros desafíos que crecen a cada minuto. Se trata de los ciberataques, que permiten a los hackers hacerse de 15.000 credenciales por segundo.
Pero, ¿por qué sucede esto? De acuerdo con Roberto Ricossa, vicepresidente de Latin América F5, existen dos razones principales: la primera tiene que ver con que la información que se consigue en la historia clínica de un paciente es inmensamente más rica que el número de una tarjeta de crédito, por lo que los historiales que puede tener un médico cuestan mucho más en el mercado negro (de 10 a 20 veces más). Y la segunda se relaciona con que, si se analiza el ecosistema del sector salud, puede vislumbrarse un gran intercambio de información entre distintos sectores (laboratorios, hospitales, farmacias, seguros, etc) que puede ser violentado por su eslabón más débil, de donde “los malos” robarían los datos de los pacientes.
“Esto hace que el sector de la medicina tenga el costo por historia clínica más alto de todas las industrias”, explicó el profesional.
Según el ingeniero, las pérdidas pueden ser enormes, ya que una vez que el cibercriminal está “adentro” de la organización tiene acceso a todo: “Una empresa del sector salud toma 236 días en darse cuenta de que su información fue comprometida. Y tarda 93 días en arreglarlo. Esto es casi un año de robos y de alteraciones en la información. Para dar un ejemplo, una radiografía puede ser alterada antes de que la vea un doctor, o un historial clínico puede ser alterado justo antes de que se ingrese a un paciente a cirugía”.
Para evitarlo, explicó que otras industrias han priorizado la seguridad de sus datos, mientras que las empresas del sector salud todavía no lo hacen, por lo que sufren las mayores consecuencias: “Las compañías que se han asegurado con sistemas de protección rigurosos han comprendido que la falta de seguridad no perdona. Quienes se salvan de la intrusión son empresas que han implementado protocolos claros de seguridad”.
En la misma línea, Ricossa instó a que se entienda a estos sistemas de protección como una inversión, no como un costo, ya que los daños pueden ser irreparables: “El reto más importante es proteger a la aplicación que es la que contiene a los datos. Las aplicaciones la puerta de entrada a los datos y los datos son el corazón del negocio. Eso es lo que hay que proteger”.
Finalmente, el vicepresidente de Latin America F5 acercó tranquilidad, y dijo que cada problemática tiene una solución, que puede encararse a través de una estrategia de SEO TRUST y de la protección de la aplicación de colaboración en sí. Esta consiste en:
- Definir una estrategia integral de seguridad de punta a punta, no por partes;
- Asegurar los datos asegurando la aplicación, no sólo el perímetro;
- Evangelizar y generar una cultura de seguridad; y
- Establecer las alianzas correctas.