Las ventajas del colecho (dormir con el bebé) no están en duda. La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), el Ministerio de Salud de la Nación y diversos profesionales de la neonatología concuerdan con eso, encontrando entre los beneficios la conexión estrecha, el favorecimiento de la lactancia y el mejor descanso, entre otros factores.
Sin embargo, si bien esta práctica no es riesgosa en sí, las circunstancias en las que se realiza sí podrían serlo. De acuerdo a un documento publicado por la SAP, el colecho no debe practicarse si los padres fuman o la mamá fumó durante el embarazo, si ingieren alcohol o si toman drogas psicoactivas recreativas o sedantes (en especial si el niño es prematuro o sufrió una restricción del crecimiento intrauterino). Además, si el bebé es alimentado con fórmula exclusiva, si es acostado sobre una almohada o boca abajo, si comparte la cama con otro niño y/o si quien se duerme con él lo hace en un sillón, sofá o silla mecedora aumenta el peligro de asfixia o ahogo.
Según la Licenciada Laura Casabona, jefa del servicio de Obstetricia del Hospital Santa Isabel de Hungría (Mat.638), el colecho bien realizado es una hermosa manera de establecer el vínculo con el menor, de protegerlo y de sentirse más seguro. Sumado a ello:
- Ayuda a regular la temperatura, el ritmo cardíaco y la respiración del bebé;
- El sueño de la mamá y el bebé se sincronizan (demostrado en diversos estudios);
- Mamás y bebés duermen más tranquilos;
- El bebé siente permanentemente el cariño y la cercanía de sus papás.
Añadió a lo anterior alternativas a las desventajas que se encuentran en debate (como los problemas para dormir, la pérdida de intimidad, la dependencia generada en los niños y algunos riesgos a los que se expone el menor): “Se puede adecuar la práctica del colecho a las necesidades y características de cada familia. Por ejemplo, se puede elegir compartir la habitación, pero no la cama. También, se han realizado estudios y se ha observado que niños que dormían con sus padres cuando eran bebés luego eran más autosuficientes. Para el tema de la intimidad y del sexo siempre hay otros lugares en la casa. Y para riesgos como asfixia, lastimaduras, caídas de la cama, excesos de calor, muerte súbita, se puede optar porque el bebé duerma en la misma habitación pero en su cuna. El colecho, además de ser una práctica muy frecuente en todos los estratos sociales, tiene una asociación positiva con la lactancia materna. Entonces, los padres pueden decidir de acuerdo a sus convicciones. Estar más informados los ayuda”.
Finalmente, la especialista brindó algunas recomendaciones para dormir con el bebé de manera segura:
- Acostar al pequeño siempre boca arriba;
- Acostarlo en una superficie o colchón firme que se ajuste a la medida de la cuna o moisés, con sábanas a medida. No debe haber ningún objeto cerca del bebé (ni almohadones, ni mantas, ni juguetes);
- Colocar la cuna en la misma habitación que los padres dado que esto facilita el cuidado y la atención del bebé. Si duerme en cuna, esta debe quedar a la misma altura que la cama familiar;
- Llevar al pequeño a la cama solamente para tranquilizarlo o alimentarlo;
- Es más seguro dormir con el bebé luego de los 4 meses de vida. Si duerme en nuestra cama el colchón debe estar tocando la pared o tener una baranda;
- Nunca se debe poner al bebé a dormir en un sillón, silla o butaca/asiento;
- Se deben mantener los objetos suaves o blandos, ropa de cama suelta o cualquier objeto que pueda aumentar el riesgo de aprisionamiento, asfixia o estrangulamiento fuera de la cama o superficie donde el bebé va a dormir.
- Se aconseja intentar darle un chupete durante la siesta o en la noche, luego de establecerse correctamente la lactancia materna.