La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (más conocida como EPOC) es una afección generada principalmente por el consumo de cigarrillo. La misma provoca un daño al tejido íntimo del pulmón ocasionando una bronquitis crónica que, a lo largo de los años, se traduce en una obstrucción fija de la vía aérea.
Se desarrolla de manera progresiva, sobre todo en fumadores, pudiendo afectar notablemente a la vida cotidiana de quienes la padecen. Según explicó el jefe del servicio de Neumonología del Hospital del Carmen, Raúl Lisanti (Mat.3480), se hace manifiesta después de 20 o 30 años de haber comenzado a fumar, presentándose con tos crónica; fatiga ante los esfuerzos o actividades; incapacidad con sensación de silbido (en un estadío más avanzado) y, finalmente, comprometiendo no sólo a la parte de conducción del aire sino también a la de oxigenación.
De acuerdo al sitio Mayo Clinic, algunos síntomas adicionales que podrían aparecer son presión en el pecho; exceso de mucosidad en los pulmones; color azul en los labios o los lechos ungueales (cianosis); infecciones respiratorias frecuentes; pérdida de peso involuntaria (en los estadios más avanzados) y/o hinchazón en los tobillos, los pies o las piernas.
Sin embargo, no se debe esperar a la manifestación de todos los síntomas para consultar con un profesional. Conforme al neumonólogo, si un paciente presenta al menos un signo de EPOC debe realizarse una espirometría: “La espirometría es una medición de la obstrucción bronquial que nos permite anticiparnos, a veces, a que el paciente que todavía no tiene muchas manifestaciones o pocas sepa si tiene posibilidades de desarrollar EPOC. Y obviamente también nos sirve para diagnosticar y tratar la EPOC en pacientes con sintomatología más avanzada”.
Para tratar esta enfermedad, el especialista enfatizó en la importancia primaria de dejar de fumar y explicó que, si bien el cuadro no se revierte cuando uno deja el cigarrillo tardíamente, sí puede disminuirse la mortalidad a largo plazo: “Realmente una de las mejores cosas que puede hacer un fumador es dejar de fumar ya, porque no sabe qué consecuencias podría tener el cigarrillo en su vida. Y cuando le aparezcan todos los síntomas, no va a poder revertir todo lo que cree. No se trata de dejar de fumar cuando aparecen los síntomas, a veces esto ya es tardío”.
En la misma línea, los doctores que conforman la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) indican que el paso más importante para tratar la EPOC es dejar de fumar y, en algunos casos, acompañar el tratamiento con corticoides inhalados, broncodilatadores u oxígeno-terapia: “La EPOC es una enfermedad prevenible y tratable. El paso más importante es dejar de fumar. Además, el profesional puede recomendar el uso de broncodilatadores para contrarrestar los síntomas; de corticoides inhalados y, en etapas avanzadas de la enfermedad, oxígeno suplementario. En cualquier caso, se debe consultar con un neumonólogo quien sabrá indicar cuál es el tratamiento más adecuado”.
En cuanto a la expectativa de vida de las personas con esta afección, Lisanti explicó que muchas veces no es la única causada por el cigarrillo, por lo que suma a sus consecuencias las consecuencias de otras enfermedades: “Quienes fuman tienen amplios riesgos: riesgo de desarrollar cáncer; riesgo de desarrollar infartos, o enfermedad cardiovascular, o enfermedad vascular periférica; tiene otra serie de trastornos generales y tiene el riesgo de desarrollar EPOC. Entonces, cuando hablamos de una población con expectativa de vida de unos 80 años, nos encontramos con una población que, a partir de los 60-65 años va a tener una invalidez tremenda”.
El problema fundamental, de acuerdo al profesional, se encuentra en que un tercio de los pacientes que tienen EPOC no saben que la tienen y, cuando se enteran, es demasiado tarde. “Si una persona fuma y no tiene síntomas debe dejar de fumar. Y por más que no presenta síntomas debe realizarse los estudios”, sentenció.
Si no fumo, pero presento algunos de los síntomas de la EPOC ¿Puedo padecerla?
Consultado sobre otros factores de riesgo además del cigarrillo, el jefe del servicio de neumonología del hospital del Carmen puntualizó que sí existen, aunque con menos frecuencia. De hecho, la AAMR indica que el 90% de los casos de EPOC son consecuencia del tabaquismo.
Entre las causas menos recurrentes, el doctor mencionó a la susceptibilidad genética; a la contaminación ambiental y a los espacios con contaminación de biomasa exagerada. Sumado a estos, los no fumadores expuestos al humo de tabaco también pueden sufrir de EPOC.
Finalmente, el especialista recomendó visitar a un profesional ante la duda, y la asociación de medicina respiratoria propone también simular una consulta interactuando a través de su iniciativa “Saber te da aire”.