Gracias a un subsidio otorgado por la Dirección de Investigación, Ciencia y Técnica del Ministerio de Salud de la provincia, miembros del hospital Lencinas y de la Universidad Maza desarrollan una pesquisa sobre los efectos de la realidad virtual en pacientes que sufrieron un ACV con secuelas en el equilibrio. El estudio, que tendrá una duración de 12 meses, es comparativo y evalúa las potencialidades que el uso de R.V. puede sumar a la neurorehabilitación convencional.
El mismo ya se encuentra en marcha, y cuenta entre sus integrantes a la kinesióloga Andrea Porras (Mat. 1035); a la doctora Inés Bauza; a la licenciada Julieta Briones y a la kinesióloga Brenda Caleri. En comunicación con Diario Salud, la licenciada Porras detalló: “La realidad virtual es una tecnología que utiliza los principios del aprendizaje motor y de la plasticidad neural para optimizar la recuperación después del daño cerebral. Se puede aplicar en el tratamiento de marcha, equilibrio y extremidades superiores e inferiores. Y posibilita la interacción y el feedback sensorial del sujeto con un entorno virtual multidimensional motivante. Nuestro objetivo es mejorar, con el uso de R.V., la funcionalidad del paciente de manera más rápida y hábil”.
Según contó la kinesióloga, a partir de un estudio realizado previamente en el mismo hospital, pudieron verse muy buenos resultados utilizando realidad virtual en pacientes con esclerosis múltiple. Y aunque las conclusiones aún no han sido publicadas, en la experiencia de ella y de sus compañeras esta tecnología genera motivación en los afectados y mayor adherencia al tratamiento. Por ello, se espera que la nueva investigación tenga los mismos y mejores resultados.
“Un beneficio adicional y posible para pacientes futuros sería el de crear un área de realidad virtual dentro del servicio de rehabilitación del hospital. Instalarla como una terapia, como un complemento para la rehabilitación de neurodesarrollo”, señaló la especialista.
El procedimiento
En cuanto a las formas en las que se desarrolla y desarrollará la pesquisa, Porras indicó: “El estudio se realizará con 30 pacientes con hemiparesia (disminución de la fuerza motora o parálisis parcial que afecta un brazo y una pierna del mismo lado del cuerpo) con secuelas leves de ACV, de los cuales 15 recibirán tratamiento convencional y los otros, tratamiento convencional más rehabilitación con R.V. La duración del tratamiento con esta tecnología será de 30 minutos por sesión. Y la del convencional será de 60 minutos cada una, tres veces por semana (durante 12 semanas)”.
El accidente cerebrovascular es la segunda causa de muerte y la principal causa de discapacidad en todo el mundo, produciendo alteraciones en el equilibrio, en el control postural, entre otros. Por ello, el objetivo general del estudio será buscar la forma más rápida y motivante de devolver la autonomía a los pacientes a partir de los tipos de rehabilitación antes mencionados.
“Nuestro deseo es realizar un aporte más a nuestra comunidad y que este proyecto sirva de motor para futuras investigaciones dentro del Área de la Rehabilitación”, concluyó la kinesióloga.