Muy pronto, Mendoza tendrá la Primera Unidad destinada específicamente para ACVs y cuidados neurocríticos. Este es un paso con grandes implicancias para el campo del cuidado y atención de la salud.
Las unidades de ACV – STROKE son áreas de trabajo interdisciplinarias que desde hace tiempo funcionan en diversos hospitales del país y del mundo. Estas han demostrado su eficacia por sobre cualquier servicio de emergencias en general para tratar esta problemática en particular. Su principal fortaleza radica en la capitalización de los tiempos, ya que gracias a su velocidad, reducen la discapacidad y la mortalidad.
Mendoza, no tenía hasta el momento una unidad dedicada específicamente a tratar los ACVs y los cuidados neurocríticos asociados. Con la apertura de este nuevo servicio en el Hospital Santa Isabel de Hungría (HSIH), se espera cambiar el destino de muchos pacientes, mejorando su calidad y expectativa de vida. “Tener una unidad de stroke que entiende al ACV como una lesión tempo-dependiente significa implementar acciones para salvar la penumbra isquémica. Esto es, evitar que frene el riego sanguíneo al vaso comprometido y se produzca un infarto irreversible”, explicó la Dra. Cristina Zurru, jefa de la Sección de Enfermedad Cerebrovascular del Hospital Italiano de Buenos Aires y miembro honorario del Consejo de Stroke, de la Sociedad Argentina de Cardiología.
La doctora, con trece años de experiencia en el servicio de stroke del nosocomio porteño, fue uno de los disertantes en el acto de lanzamiento de la Unidad de Stroke – ACV del HSIH. Un un evento que reunión a otros especialistas realizado hace unos días en el Hotel Hyatt de Mendoza.
Zurru, destactó algunas de las características funcionales de estas unidades de servicio especializadas:
- Primero, por la eficiencia que vienen demostrando estos espacios a partir del fortalecimiento de su atención: por destinar un área física del hospital, con gente entrenada para el manejo de esta patología que incluya médicos, enfermeros, administración, kinesiólogos, fonoaudiólogos;
- Segundo, por la reducción de la mortalidad y complicaciones en estos pacientes;
- Tercero, porque los pacientes siguen ciertos protocolos y los hospitales también;
- Cuarto, porque existe un mayor número de pacientes egresados a su domicilio; y
- Quinto, porque demuestra más eficiencia en pacientes añosos; en pacientes con eventos isquémicos o hemorrágicos; en pacientes con fibrilación auricular; en pacientes que ingresan con deterioro de conciencia, que una intervención general.
Seguidamente, enumeró distintos factores que sirven en la optimización de los tiempos para atender un ACV y que dependen tanto de las personas que denunciaron la urgencia como de todo el personal destinado del hospital. Entre ellos, mencionó la capacitación continua de personal médico y no médico y la educación en conciencia a la población; los traslados cortos al hospital y los traslados cortos dentro del mismo (en la medida de lo posible, se debe ingresar al paciente por la central de emergencia y tener laboratorio, tomógrafo y resonador, cerca); la disponibilidad de la aparatología, de médicos para la atención de stroke las 24 horas, los siete días a la semana, un protocolo de jerarquización de urgencias y un sistema informático que de órdenes a los distintos sectores del hospital; y tiempos rápidos de atención.
“Esto comienza desde el minuto cero en que se toma contacto con el paciente y permite que, cuando llega al hospital, sea evaluado en menos de 10 minutos; tenga su imagen en menos de 15; en menos de 25 minutos esté en el tomógrafo y, en menos de 45, tenga la indicación de su tratamiento”, aseguró Zurru.
¿Cuándo notificar a emergencias?
Finalmente, la doctora manifestó que existen signos y síntomas de Stroke que son fáciles de reconocer y que posibilitarían a la población advertir un caso de Stroke. Por ello, son más que importantes las campañas de concientización. Estos son:
- Debilidad en un brazo;
- Desvío del labio; y/o
- Pérdida de la capacidad del habla.
Si se detecta alguno de estos indicadores, se debe actuar con rapidez y acudir de forma inmediata al hospital. “Actuar a tiempo reduce el daño. Con sólo un síntoma es suficiente para acudir de forma urgente al hospital”.