La importancia de donar leche materna es enorme. Y es que, a partir de este recurso, miles de niños pueden salvar sus vidas. Sucede que la leche materna es un fluido biológico cargado no solamente de sustancias nutricionales, sino también de componentes inmunológicos, por lo que funciona como una suerte de “vacuna” a corto y a largo plazo.
Brinda amplios beneficios, ya que ayuda al bebé a prevenir ciertas enfermedades (como la otitis media; las alergias y, cuando adultos, la obesidad y la diabetes), y es particularmente eficaz para alimentar a los recién nacidos en riesgo, ya sea por prematurez extrema; enfermedades digestivas y quirúrgicas; cardiópatas; entre varias razones.
Sin embargo, no todos los niños tienen la posibilidad de acceder a ella mediante la teta de su progenitora. Por ello, “cuando la mamá no puede proveerle de su leche al bebé porque baja la producción; por consumo de sustancias; o por algún tipo de medicamento que contraindique la lactancia, se utiliza leche humana pasteurizada, que es la que fue donada en los bancos de leche materna”, explicó Romina Calella, nutricionista de los hospitales Santa Isabel de Hungría y Notti (Mat. 1259).
Al mismo tiempo, de acuerdo con la especialista, cuando se presentan casos de vulnerabilidad en los infantes (como bebés menores de 1500 gramos; bebés cardiópatas que han sido operados y bebés con alguna cirugía digestiva, entre otros casos), los centros de lactancia disponen de leche conservada. “La importancia de esto radica principalmente en los anticuerpos que se le va a brindar a ese recién nacido, ya que los mismos no se encuentran en la leche de otras especies”, aclaró la licenciada.
Además, los Bancos de Leche Humana proveen un servicio especializado, funcionando a modo de red: “El proceso allí realizado consiste en la recolección, el procesamiento, el control de calidad, la clasificación y la conservación de la leche humana, que luego de pasteurizada será distribuida hacia los hospitales que así lo requieran. En la provincia, la Red de Leche Humana está integrada por el Banco de Leche Humana; por distintos Centros de Lactancia Materna y por Centros Recolectores de Leche Humana”, detalló la profesional.
Hoy en día, los hospitales públicos que forman parte de este entramado en Mendoza son: Ramón Carrillo; Perrupato; Schestakow; Humberto Notti; Antonio Scaravelli; Diego Paroissien; Regional Malargüe; Enfermeros Argentinos; Virgen de la Misericordia y Alfredo Metraux, además de algunos centros de salud.
Así se selecciona y prepara la leche materna en el Banco de Leche Humana de Mendoza
También conforman la red algunos organismos, como obras sociales, universidades, y un único hospital privado: el Santa Isabel de Hungría (HSIH). “Se está pasando de una primera etapa a una segunda etapa, porque hemos afianzado que se maneje adecuadamente la leche humana en toda la institución. Al mismo tiempo, ya se han recibido donaciones en el hospital por parte de las mamás con excedente y también hemos sido asistidos con leche pasteurizada desde el banco de leche, tratando así a los bebés de la Neo del Santa Isabel”, manifestó Calella.
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Por ahora, el HSIH recibe como donación la leche de las mamás que produzcan en exceso y que estén internadas o se extraigan allí leche. “Siempre pasando todos los exámenes y bajo su consentimiento, personal del hospital y mujeres internadas que todavía produzcan leche; entre otros casos, pueden funcionar como dadoras para el hospital”, explicó la nutricionista.
Requisitos para ser potencial donante
En cuanto a las condiciones que debe cumplir una mamá para poder ser dadora, la especialista señaló:
- Que su propio bebé esté sano;
- Pasar un examen en el que se evalúan hábitos (si fuma, si bebe, si consume sustancias);
- Realizarse una serología.
“La donación de leche materna es un gran acto de amor”, concluyó la nutricionista.