La Hipertensión Arterial es muy frecuente en nuestra población. En Argentina, se estima que entre el 25 y el 30% de los habitantes la padece, aumentando a pasos agigantados con la creciente tasa de sobrepeso y obesidad. Según el Ministerio de Salud de la Nación, se produce por el aumento de la fuerza de presión que ejerce la sangre sobre las arterias de forma sostenida.
“Como todas las enfermedades, sus causas pueden ser varias y van desde lo genético hasta lo ambiental. Con esto quiero decir que, por ejemplo, una persona con padres hipertensos tiene una posibilidad mayor de 50% de volverse hipertenso en algún momento de su vida que alguien que no tiene familiares con la enfermedad. Pero también, una persona que consume cantidades exageradas de sal, que lleva una mala alimentación, que no hace actividad física, puede hacer hipertensión. Al contrario, tener hábitos de vida saludable a pesar de la genética adversa puede demorar o moderar la aparición de la hipertension ”, explicó el doctor Carlos Secotaro, cardiólogo de Penta Medicina Cardiovascular (Mat. 5566).
Existen grupos etarios con mayor prevalencia de riesgo, como los adultos mayores de 60 años, donde más de la mitad de las personas tienden a ser hipertensas. Sin embargo, actualmente se ven hipertensos más jóvenes por malos hábitos de vida. “Esto no significa que lo sepan. La hipertensión es asintomática, silenciosa. Por ello, suele conocerse tarde el daño en las arterias”, contó el especialista.
El aviso suele ser tardío e irreversible, como un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular, por lo que este año los cardiólogos buscarán concientizar sobre la importancia del control: “La recomendación va dirigida a toda la población. Desde niños a adultos. Porque a cualquier edad se puede ser hipertenso, con más casos en gente longeva”, detalló Secotaro.
La hipertensión es una enfermedad crónica no transmisible. Sin embargo, se puede vivir con ella haciendo el tratamiento adecuado. Los profesionales indican llevar un estilo de vida saludable, lo que comprende:
- Dieta sana;
- Comer con poca sal (en mesa, pan, embutidos, en productos envasados, entre otros);
- Hacer ejercicio;
- Disminuir el consumo de carne;
- Dejar de fumar;
- Mantener el peso adecuado;
- Conocer y controlar la presión arterial.
“Si a eso le hace falta sumar medicación, nosotros disminuimos la mortalidad cardiovascular a los niveles de un normotenso casi, a los de una persona que nunca fue hipertensa”, manifestó el cardiólogo.
Autocontrol o control ambulatorio: ¿cómo saber si mis números son normales?
De acuerdo con el especialista, los niveles de tensión pueden ser medidos tanto por uno mismo como por enfermeros o médicos. Y rondarán entre 120 mmHg y 80 mmHg en casos normales. Sin embargo, saberlos medir no es una cuestión sencilla, por lo que recomendó acudir con un profesional: “Si le tomamos la presión a gente no hipertensa veremos que sus presiones promedian los 120 mmHg de mercurio para la sistólica y 80 mmHg para diastólica. Por convención se toma como hipertensos a adultos mayores de 18 años que tienen una PA mayor o igual a 140/90 mmHg. En los niños, los valores son más complejos y se miden junto con tablas y otros procedimientos, por lo que un médico pediatra es recomendable en esos casos”.
Empero, si aún tenés ganas de medirte la presión por tu propia cuenta y contás con un tensiómetro digital, la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial brinda las siguientes claves:
- La posición debe ser: sentado, con la espalda y brazos apoyados y las piernas que no estén cruzadas.
- Evitar que la ropa que comprima el brazo.
- Las mediciones se realizan por duplicado, se descarta la primera toma y es válida la segunda.
- Los registros de presión, no se redondean.
- Si hay más de 10 mmHg de diferencia entre las mediciones sistólica o máximas y 5 mmmHg en la diastólica o mínima debe realizar una nueva toma de presión arterial.
- Evite tomar café, fumar o tener la vejiga llena 20 minutos previos a l registro de la presión arterial.
- Algunos de estos consejos son útiles para un buen registro de su presión arterial.
Menos del 5% son causas tratables y curables
Finalmente, según señaló Secotaro, deben diferenciarse la hipertensión arterial primaria de la secundaria, ya que la primera es crónica mientras la segunda es consecuencia de otras causas, por lo que se puede revertir: “La hipertensión arterial primaria es de la que veníamos hablando antes. Mientras la secundaria proviene de otros lugares que se pueden tratar. Estos son, por ejemplo, afecciones de la función del riñón o algunos problemas de enfermedades endócrinas. Atendiendo esas causas, la persona puede volverse normotensa”.