El asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias, que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra. Puede aparecer en cualquier etapa de la vida de una persona y ser hereditaria o adquirida. En aquellas personas con madres y/o padres asmáticos existen altas probabilidades de desarrollarlo. Sin embargo, existen personas que no eran propensas al asma y que por fumar o por ser fumadores pasivos lo terminan manifestando.
Alfredo Morán, médico neumonólogo (Mat. 7283), explicó a Diario Salud durante las Jornadas de Neumonología 2019, que esto sucede porque el cigarrillo contiene más de 5.000 sustancias, de las cuales algunas pueden desembocar asma, casi 70 producen cáncer y otras pueden ser tóxicas para el cuerpo humano: “El tabaco, sobre todo en niños expuestos pasivamente, puede desestabilizar el asma o desarrollarlo”.
Según el doctor, existen otros factores exógenos que influyen en las vías respiratorias y reagudizan o hacen aparecer el asma: la contaminación; los aerosoles; los vaporizadores; los aprestos para la ropa y, como una entidad aparte, el ejercicio. “De todas maneras, que un asma sea inducida por el ejercicio no significa que la persona asmática no pueda realizar actividad física, sino que esta persona deberá ser medicada para poder hacerlo”, señaló el especialista.
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Para abordar esta enfermedad, Morán aseguró que es imprescindible realizar un buen diagnóstico: “Hoy en día hay medicación muy segura y que permite llevar una vida normal a los pacientes con asma. Los medicamentos son antiinflamatorios o broncodilatadores adaptados para funcionar a nivel local, y ya no corticoides. Incluso, estos remedios pueden usarse desde el nacimiento y durante el embarazo. Pero debemos saber las causas de raíz, si son internas, hereditarias, o exógenas”.
En cuanto al clima, el neumonólogo manifestó que puede agravar los síntomas y dio algunas recomendaciones: “Sobre todo en Mendoza, con el zonda, el clima seco y el polvillo, los pacientes con asma deben evitar esos días salir a la calle y no hacer ejercicio. Además, en algunos casos, el médico acomodará la medicación para poder estabilizarlo”.
Esto pasó en las Jornadas de Neumonología 2019
Si bien el asma es una afección crónica, que no tiene cura, el médico contó que bien tratado puede dejar de desarrollar síntomas y hacer que el neumonólogo tome la decisión de no dar más medicación a su paciente: “Pueden pasar dos cosas: que la persona siga su vida sin volver a presentar los síntomas de asma o que reinicie nuevamente con los síntomas y haya que tratarlo otra vez”.