Habitualmente, se suele hablar de los problemas para respirar como sinónimo de insuficiencia. Sin embargo, no son lo mismo. Según la especialista en neumonología Anahí Acuña (Mat. 12027), perteneciente al Hospital Santa Isabel de Hungría, la insuficiencia respiratoria es una enfermedad en la cual disminuyen los valores de oxígeno en la sangre o aumentan los de dióxido de carbono de forma peligrosa. Mientras que la dificultad para respirar puede ser referida por algunas personas como respiración difícil: “Los pacientes suelen manifestar que les cuesta respirar, que se les cierra el pecho y que les falta el aire o aliento”.
La mayoría de las personas respiran mal, y las causas son múltiples: “pueden ser agudas o crónicas, como una alergia; polución ambiental; inflamación/infección de las vías aéreas respiratorias (obstrucción nasal, laríngea, faríngea); asma; EPOC; hernia de hiato, obesidad; estrés emocional; ansiedad; ataques de pánico; enfermedades neuromusculares; exposición a la altura”, explicó la doctora.
Algunas veces, una dificultad respiratoria leve puede ser normal y no es motivo de preocupación, como una congestión nasal, o la falta de aire ante el ejercicio (sobre todo cuando no se ejercita regularmente). Sin embargo, de acuerdo a la especialista, es necesario prestar atención cuando se presenta una dificultad respiratoria de manera súbita o que interfiere de manera seria con la respiración. “Si alguien deja de respirar por completo, no dude en llamar a Emergencias (911) y seguir las instrucciones”, señaló Acuña.
Cuándo consultar con el médico
Según la neumonóloga, si la dificultad respiratoria está acompañada de estos síntomas, es necesario realizar una visita al doctor:
- Picazón ocular, secreciones nasales, prurito nasal;
- Molestia, dolor o presión en el pecho. Estos son síntomas de angina;
- Dolor de cabeza, fiebre. Dificultad o dolor al tragar;
- Falta de aliento (que lo despierta en la noche o que lo obliga a dormir de costado o sentado para respirar);
- Opresión en la garganta o una tos ronca y chillona;
- Silbidos;
- Ronquidos, ahogos. Se queda sin respirar;
- Amanece cansado, con sueño;
- Haber inhalado o haberse ahogado con un objeto (aspiración o ingestión de un objeto extraño) .
En el caso de que la persona tenga alguna enfermedad o esté tomando medicación, se aconseja no retrasar la consulta.
¿Cómo tratar una insuficiencia respiratoria?
En cuanto a la medicación o indicaciones, Acuña manifestó que no siempre serán las mismas ya que las causas son múltiples, por lo que se debe prestar atención a los síntomas de dificultad respiratoria. De esto dependerá un correcto diagnóstico y tratamiento.