Cuando pensamos en nuestra alimentación, surgen preguntas y temas que nos hacemos a diario: valores calóricos, distribución de las comidas, tipos de alimentos, formas de prepararlos, entre otras tantas. Cientos de guías muestran por internet recomendaciones nutricionales, que sin el aval de fuentes seguras o el respaldo de un profesional pueden ocasionar problemas o trastornos en nuestra salud.
Diario Salud entrevistó a Cecilia Llaver, decana de la Facultad de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Maza y licenciada en nutrición (Mat.968), quien dio pautas para una adecuada alimentación.
Según la nutricionista, el cálculo de las calorías depende de la edad, las actividades, el peso y de si hay una patología o no. Así, por ejemplo, explicó que una persona adulta, sana, con un peso de aproximadamente 60/62 kilos, debe consumir entre 2.200 y 2.400 calorías. Mientras que un niño, una embarazada, una persona enferma o un anciano tendrán que alimentarse teniendo en cuenta otros valores calóricos: “Si hace ejercicio o no, si es deportista o no, son datos importantes al armar un plan con valores calóricos”, detalló.
Al mismo tiempo, la decana remarcó la importancia de conocer el mínimo imprescindible de calorías que el cuerpo necesita. De esta manera, contó que para cubrir el gasto calórico de las funciones metabólicas esenciales, son necesarias 700 calorías. Ahora bien, para poder realizar más actividades, el cuerpo demanda más energía, por lo que el número debe aumentar: “Si trabajamos, caminamos, hacemos tareas en el hogar, estudiamos, la cantidad de calorías debe ser mucho mayor”.
En cuanto a la distribución de Cal/día, Llaver indicó que para cada comida habrá un porcentaje a cumplimentar:
- Un 25% para el desayuno;
- Un 30% para el almuerzo (ya que se indica como la comida que necesita ser más copiosa para el gasto posterior de energías);
- Entre un 20 y 25% para la media tarde; y
- Un 20% para la cena (esto último porque el organismo, una vez que se alimenta, hace que toda la irrigación sanguínea se enfoque en el aparato digestivo para hacer la digestión, proceso que es más lento en la noche).
“De todas maneras, hay personas en las que es más importante la cena que el almuerzo por su actividad. Se recomienda que la cena sea una hora y media antes de irse a acostar”, añadió la especialista.
¿Cuántas comidas realizar en una jornada?
Según la decana, en la rutina diaria de cada persona deben haber, al menos, 4 comidas: desayuno, almuerzo, media tarde y cena. “Después, dependiendo de la actividad física, de la hora (si madruga, por ejemplo, y desayuna temprano), se tiene que incorporar una colación a media mañana y una colación a media tarde”, manifestó. Además, señaló que las personas diabéticas o con alguna patología pueden necesitar una colación nocturna o alguna comida más. “En todos los casos, se recomienda visitar a un nutricionista”, aconsejó.
El papel de la hidratación
De acuerdo con Llaver, la hidratación es fundamental para el organismo, porque está formado por un 70% de agua (aproximadamente). “Todas las funciones fisiológicas internas que se realizan en el organismo (desde la digestión, el metabolismo, la formación de la sangre, para hablar, para respirar, para toser, para transpirar) hacen que pierda líquido. Entonces, ese líquido tiene que ser reemplazado y, por lo menos, se deben tomar 8 vasos de agua al día. En casos especiales, como en mujeres que dan de mamar, se recomiendan 10 vasos, en lugar de 8. Pero debe ser agua, no agua saborizada, ni jugo, ni gaseosa. Agua pura”, especificó la licenciada.
Además, concluyó contando los riesgos que existen por no consumir agua, como la deshidratación del cerebro, de la sangre, y la afectación del corazón y los riñones, entre otros órganos.
A continuación, te proporcionamos los diez consejos para llevar una alimentación saludable que brinda el Ministerio de Salud de la Nación