El cáncer de pulmón es un tipo de cáncer que comienza en los pulmones. Normalmente, afecta a personas de entre 60 y 65 años y perjudica, anualmente, a 10.296 habitantes. Según la Fundación Mayo, esta enfermedad se cobra más vidas que todos los cánceres de colon, próstata, ovario y mama juntos.
Suele originarse a partir de células epiteliales y puede derivar en metástasis e infiltración a otros sitios del cuerpo, de acuerdo al INC. La Dra. Anahí Acuña, del Servicio de Neumonología y también desde el servicio de Cirugía de Tórax del Hospital Santa Isabel de Hungría (HSIH), pidieron prestar atención a los siguientes síntomas como parte del trabajo de concientización que despierta la lucha contra el cáncer:
- Tos que no desaparece o que empeora;
- Tos con sangre o esputo (saliva o flema);
- Dolor en el pecho que a menudo empeora cuando respira profundamente, tose o se ríe;
- Ronquera;
- Pérdida de peso y pérdida de apetito;
- Dificultad para respirar;
- Cansancio o debilidad;
- Bronquitis y neumonía que no desaparecen o que siguen recurriendo;
- Aparición de sibilancias (silbido de pecho).
En cuanto a los factores de riesgo más habituales, nombraron al humo de tabaco (tanto para fumadores como para fumadores pasivos); a la contaminación del aire; a la exposición a sustancia nocivas (como, en el caso de personas que trabajan en la industria de la construcción, química y minera, gases radioactivos, asbesto, arsénico, cromo, níquel, hollín y alquitrán); a los antecedentes familiares y a antecedentes de un cáncer de pulmón previo.
“El riesgo de padecer o de morir de cáncer de pulmón, al dejar de fumar, se reduce considerablemente. Las personas diagnosticadas que dejan de fumar, reducen el riesgo de aparición de un segundo tumor y el riesgo de morir por la enfermedad, en ciertos casos, hasta un 30% y 40%”, aseguraron desde el HSIH. Además, dieron a conocer otros beneficios que la abstinencia de tabaco puede producir, como la disminución de riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga, así como también el riesgo de desarrollar un cáncer de útero. “Esto sucede luego de 5 años de dejar el hábito, donde las probabilidades bajan hasta la mitad”, explicaron desde el servicio.
La enfermedad tiene tratamiento, y según el INC, su detección temprana es el principal condicionante para el éxito de tal empresa. “En estadios tempranos, este tipo de cáncer puede, en alrededor del 20% de los casos, ser tratado quirúrgicamente con éxito de curación. Sin embargo, debido a su virulencia y a la dificultad para la detección precoz, en la mayoría de los casos diagnosticados en los que ocurre metástasis el cáncer de pulmón presenta (junto con el cáncer de páncreas y esófago) los peores pronósticos, con una esperanza de vida promedio de aproximadamente 8 meses”, indicaron.
El equipo de Neumonología del HSIH recomendó, finalmente, consultar con el neumonólogo en caso de detectar alguno de los síntomas antedichos.