El Triatoma Infestans, mejor conocido en la Argentina con el nombre de “vinchuca”, es uno de los insectos más representativos de la zona cuyana. Así como otros heteróperos, el mismo prevalece en zonas rurales. Sin embargo, en las provincias de Mendoza, San Juan y La Rioja, entre otras, la vinchuca frecuenta también zonas urbanas.
El problema, según los especialistas, es que muchas veces el insecto está infectado, por lo que porta el parásito del trypanosoma cruzi. Uno de los principales referentes en la materia, el doctor mexicano Ernesto Gutiérrez Perucho, explicó a Diario Salud las consecuencias que el corazón sufre si ingresa el parásito: “Sabemos que las personas que serían infectadas por el trypanosoma cruzi pueden desarrollar, hasta en un 30%, complicaciones o alteraciones cardiovasculares. Y estas alteraciones pueden ser tan graves como la muerte súbita. Es decir que es una enfermedad que afecta al corazón desde el punto de vista eléctrico y que puede generar trastornos del ritmo que pueden acabar incluso con la vida del enfermo. Esto generalmente ocurre por una agresión directa del parásito sobre el corazón, produciendo una inflamación crónica que al cabo de varios años (entre 10 y 20) quizá pueda llegar a producir fibrosis y tejido cicatrizal en el corazón. Finalmente, esto conllevaría al desarrollo de trastornos del ritmo cardíaco que pueden generar arritmias denominadas malignas y que pueden generar, incluso, la muerte del enfermo”.
En el mismo sentido, el cardiólogo jujeño Federico Núñez, sostuvo que si una persona ha sido infectada por un Triatoma Infestans parasitario comenzará a experimentar una serie de eventos en su organismo que producirán la enfermedad cardiológica; la enfermedad digestiva y distintos otros tipos de enfermedades como la neurológica, que es sumamente rara.
“Nosotros estamos abocados a tratar y a evitar la miocardiopatía chagásica crónica. La miocardiopatía porque ataca el músculo del corazón, produciendo una dilatación del músculo y de las fibras musculares que llevan a la insuficiencia cardíaca; o a los bloqueos del corazón; o, en su defecto, a trastornos como arritmias severas. Todo eso puede caminar hacia la muerte súbita”, comentó el doctor.
¿Cómo se trata el Chagas?
En el mundo, según Perucho, los dos medicamentos más utilizados para el tratamiento del trypanosoma cruzi son el Benznidazol o el Nifurtimox. Pero también en la fase crónica cuando ya hay afección cardíaca, el tratamiento es muy convencional al tratamiento que se da en cardiopatías por otra etiología. “Por ejemplo, el que se da por enfermedades de las coronarias o por problemas degenerativos del sistema de conducción cardíaco que finalmente llevan al paciente a un estadío denominado ‘insuficiencia cardíaca’”, detalló el cardiólogo.
En ese sentido, el doctor Núñez mereció especial atención a la prevención de la enfermedad: “Es muy importante la prevención. Todas las enfermedades tienen, de alguna manera, que ser prevenibles. Pero algunas, para modificar los factores que van a producir la enfermedad es muy complicado. En este caso es más simple porque se trata, nada más, de evitar que el individuo sea picado por la vinchuca. ¿Cómo hacemos para que eso ocurra? Fumigando; modificando el tipo de vivienda; modificando en la ciudad los hábitos higiénicos y, sobre todo, permitiendo que los individuos tengan un bienestar económico como para que puedan salir de un estado de pobreza y no vivir en situaciones de marginalidad. Para ello es nuestra responsabilidad generar políticas de salud en forma permanente y progresiva y que cada etapa del gobierno las mantenga”.
Prevenir, curar y prolongar: los objetivos de los profesionales
Seguidamente a los doctores Perucho y Núñez, se hizo presente el Presidente del Comité de Chagas, Dr. Daniel Hernández, y dirigió algunas palabras en agradecimiento por el arduo trabajo de los protagonistas: “Nosotros estamos aprovechando a los doctores quienes tienen amplia experiencia en tratamiento y drogas para el Chagas. El doctor Ernesto Perucho es un reconocido especialista de imágenes de Chagas de todo México y lo combinamos con el doctor Carlos Morillo y con doctores de aquí de la Argentina, para contribuir a la discusión y el desarrollo en la materia. Todos los especialistas en Chagas que han venido al congreso tienen mucho que ver con la prevención y la curación, empezando con el Dr. Morillo, de Canadá, que probó tratar la enfermedad de Chagas en pacientes con daño estructural. Y el Dr. Sosa, que es uno de los referentes del Programa Nacional de Chagas que disertará el sábado. Después están todos los cardiólogos que tratan lo que es el diagnóstico de diferentes situaciones clínicas, que tienen a pacientes con el virus. Así que tiene que ver con prevenir, curar, pero también con prolongar la vida de los pacientes con el trypanosoma cruzi”.