La meningitis es una infección de las meninges (tejido que recubre el cerebro y médula espinal) que puede ser de origen viral o bacteriano. La meningitis bacteriana es muy grave y requiere tratamiento inmediato ya que puede afectar el funcionamiento neuronal de la persona que la padece. En cambio la meningitis viral es más leve y ocurre con mayor frecuencia.
El principal período de contagio es al final del verano y comienzos del otoño. Afecta principalmente a los niños menores de 5 años y a los adultos menores de 30.
En ambos tipos de meningitis (viral y bacteriana) se presentan los mismos síntomas, por lo que es necesario acudir al médico ante la presencia de fiebre alta o cualquiera de estos síntomas: fiebre elevada en niños y recién nacidos, escalofríos, cambios en el estado mental, náuseas y vómitos, también sensibilidad a la luz (fotofobia), dolor de cabeza intenso, cuello rígido, disminución del estado de conciencia, irritabilidad y respiración rápida.
Tratamiento y prevención
Si se trata de una meningitis bacteriana, se prescriben antibióticos específicos. En algunos casos se puede necesitar hospitalización de la persona, dependiendo de la gravedad de la enfermedad.
El diagnóstico y tratamiento oportuno de la meningitis bacteriana es esencial para prevenir lesiones neurológicas permanentes.
Generalmente, la meningitis viral no es una enfermedad grave y sus síntomas deben desaparecer en cuestión de 2 semanas sin complicaciones duraderas.
La medida preventiva fundamental es aplicar a los bebés y niños las siguientes vacunas gratuitas y obligatorias, incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación:
-Vacuna Pentavalente: a los 2, 4 y 6 meses.
-Vacuna Neumococo Conjugada: a los 2, 4 y 12 meses.
-Vacuna Cuádruple: a los 18 meses.
La vacunación es gratuita en todos los centros de salud y hospitales públicos del país.