Con la llegada masiva de información a través de las nuevas tecnologías, las personas mutaron de lugares físicos a lugares virtuales para instruirse. Los consultorios médicos no quedaron exentos de ello, viéndose reflejado en los buscadores online: Se estima que el 77% de los pacientes que realizan una consulta médica, antes averiguaron en la web acerca de la inquietud que iban a plantearle al profesional.
Este fenómeno va in crescendo y hasta tiene una denominación: “Cibercondría”. “Los cibercondríacos son aquellas personas que buscan de forma excesiva información en buscadores de internet acerca de síntomas de enfermedades. Posteriormente, estas personas suelen hacer una interpretación exagerada o errónea de la información que han encontrado, independientemente de que, en muchas ocasiones, acuden a fuentes muy poco fiables para informarse”, afirma el portal de salud español Engenérico.
Sobre el tema este diario consultó al Dr. Daniel López Rosetti, especialista en Clínica médica, Cardiología y Jefe del servicio de Medicina del Estrés, del Hospital Central Municipal de San Isidro: “La cibercondría es una realidad que está, es decir, la gente consulta por internet. Y está bien porque es información, yo estoy a favor. Pero hay que saber algunas cositas previas: una es que el señor Google no es médico, si bien es importante y le podemos preguntar cosas. Google nos va a decir qué es el infarto, pero en Google no está mi infarto, el infarto de Juan”.
Ante la duda, el especialista recomendó que si los pacientes se quieren asesorar busquen información en páginas formales, con respaldo profesional y científico: “En general son páginas de sociedades científicas calificadas por los ministerios de Salud Pública, tanto provinciales como nacionales e internacionales. Que busquen allí ese tipo de información antes de recurrir a cualquier portal o sitio web, porque pueden tener información errónea o falsa”.
Más allá de las sugerencias, sin embargo, para López Rosetti la consulta con el profesional es fundamental, ya que allí se puede diagnosticar de manera fidedigna y prescribir la medicina adecuada: “Si el paciente viene y me dice ‘yo leí tal cosa en internet’ yo lo felicito. Me gusta porque quiere decir que hay interés en el tema, que se compromete. Pero después le digo: ‘bueno, ahora vamos a enderezar las cosas, a ver qué podemos aportar en conjunto para ir a eso. Usted tiene una cantidad de información pero vamos a ver cómo adaptamos esa información a su caso’. Es importante que a esos datos que obtienen de la red los charlen con el médico, porque si leen las posibles complicaciones pueden encontrar desde ‘nada’ hasta ‘la muerte’ y se pueden asustar”.
Distintas investigaciones han reflejado que en el mundo se realizan más de 30 millones de búsquedas sobre síntomas de enfermedades por año. Y para el especialista porteño aquí hay un riesgo: “El riesgo está en no consultar, en no ir a ver al doctor y en autodiagnosticarse y automedicarse. Por eso sigo recomendando la supervisión médica”.