El periodo de la lactancia es el más exigente -desde el punto de vista nutricional- en la vida de una mujer ya que aumentan los requerimientos de casi todos los nutrientes, incluso por encima de las necesidades que se presentan en la etapa de embarazo.
A lo largo de los años no se deja de insistir en lo fundamental que es la alimentación con leche humana, única capaz de garantizar el aporte nutricional, inmunológico y emocional al bebé. Por este motivo la ciencia no pierde de vista los análisis y estudios sobre la temática.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) establece tres categorías para conocer si la leche de las mujeres se encuentra bien nutrida o no en base al promedio adecuado: si un mineral o nutriente presenta una adecuación igual o inferior al 89% hay déficit; si en cambio se encuentra entre el 90 y el 109% la situación es normal y si supera el 110% se considera que hay un exceso.
En la búsqueda de relevar la situación en Mendoza respecto a los principales micro y macronutrientes se realizó un estudio del que ya particaron 164 mujeres en periodo de lactancia, de las cuales el 78% presentó consumo excesivo de energía. El 80% exhibió un excedente en la ingesta de grasas totales y el 87% de grasas saturadas.
Otro dato alarmante es que el 77% de la muestra superó el consumo recomendado de colesterol y se obtuvo que el 83% rebasaba la media de sodio estimada para la población en cuestión.
También hay algunos nutrientes que se presentan en niveles inferiores a los recomendados como es el caso de ácidos grasos poliinsaturados (en el 55% de las mujeres) y de ácidos grasos monoinsaturados (93% de las participantes). El mayor déficit de micronutrientes se manifestó en el consumo de vitamina D, donde el 86,6% no alcanzó a cubrir las recomendaciones diarias.
El equipo de investigación Universidad Maza y el Banco de Leche Humana del Hospital Lagomaggiore que realizó este trabajo concluyó que son preocupantes los nutrientes que esta población consume en exceso porque pueden conllevar a riesgos cardiovasculares. Para lo cual plantean como una medida necesaria y fundamental la instancia educativa a fin de promover cambios favorables en los hábitos alimentarios.