Es cierto que los dientes envejecen, al igual que el resto del cuerpo, pero identificando tempranamente los factores que aceleran este proceso podemos preservarlos. La periodoncista Dra. Manuela Netto sugiere algunas precauciones que ayudan a crear una rutina saludable de cuidado de la salud bucal. “La primera pregunta que cabe hacerse es: ¿cómo podemos identificar, en casa, si nuestra salud bucal es buena? En este caso, debes prestar atención a 5 señales:
1 – Ausencia de sangrado gingival;
2 – Ausencia de halitosis;
3 – Ausencia de dolor;
4 – Integridad de los dientes;
5 – Ausencia de lesiones en lengua, labios, mejillas, encías y paladar que no cicatricen en 7 días”.
Según Manuela, otro punto importante es el aspecto sensorial. La lengua es el “policía de la boca” y es posible entrenarla para optimizar y asegurar un cepillado eficiente. “Mi consejo es pasar la lengua por todos los dientes, sintiendo la textura de la superficie después de la higiene bucal. Las zonas rugosas requieren un nuevo cepillado, ya que quedan sucias, mientras que las zonas lisas son garantía de una correcta limpieza. De esta manera, la calidad del cepillado se transforma y el tiempo invertido en el autocuidado se traduce en salud, especialmente si se asocia al seguimiento periódico con el dentista”, explica la periodoncista. También conviene recordar que cepillarse la lengua es muy importante.
Otro paradigma que es necesario explicar es que la cantidad es diferente de la calidad. “Cepillarse los dientes varias veces a lo largo del día, de forma incorrecta o incompleta, no aporta salud bucal. Por eso es fundamental contar con el asesoramiento individualizado de tu dentista sobre la técnica y accesorios necesarios para tu caso. Pero hay algunos consejos que pueden ser ampliamente aplicados por todos: en primer lugar, utilizar hilo dental, que elimina el 40% de la placa bacteriana de los dientes en las zonas a las que el cepillo no puede llegar. De esta forma, cuando el cepillo empiece a funcionar, las sustancias terapéuticas de la pasta de dientes podrán acceder a ellos más fácilmente”, aconseja Manuela. Otro consejo es evitar el uso de cepillos de dientes con cerdas más duras y aplicar fuerza al cepillarse, ya que provocan excavaciones traumáticas. También hay que tener cuidado al utilizar hilo dental para evitar cortar o empujar las encías, ya que los movimientos de vaivén provocan lo que llamamos fisuras gingivales y no limpian eficazmente la placa bacteriana depositada entre los dientes. El uso de pastas blanqueadoras puede ser perjudicial para el esmalte dental y también debe evitarse, al igual que una dieta que incluya mucho ácido o azúcar.
Un mal cepillado provoca la acumulación de suciedad en los dientes, llamada placa bacteriana, que facilita la formación de “sarro”. Este, una vez formado, no se puede eliminar con el cepillado, siendo necesaria una profilaxis profesional por parte del dentista. El sarro por sí solo no provoca enfermedades periodontales, pero su superficie porosa permite una mayor adhesión bacteriana, favoreciendo la aparición de enfermedades periodontales.
Evidentemente los cuidados específicos dependen de cada paciente, sin embargo, estos cuidados generales, sumado a las visitas periódicas al dentista, contribuirán a la salud bucal. Y, hablando de salud bucal, conozcamos ahora las principales enfermedades bucales. La Dra. Manuela Netto señala algunas de las enfermedades más comunes y cómo identificarlas:
La caries, la periodontitis y el envejecimiento bucal prematuro son las principales enfermedades bucales de los dientes. En los dos primeros, provocados por la placa bacteriana, la prevención se da mediante la higiene bucal en casa, una buena alimentación y el seguimiento con el dentista. El tercero se debe al estilo de vida: dietas ácidas, estrés y ansiedad, que provocan dientes apretados y bruxismo, y la calidad del sueño. Ocurre cuando hay desgaste, es decir, la boca es mayor que la edad del paciente. El seguimiento con el dentista cobra aún más importancia, ya que en general casi no hay placa bacteriana y el tratamiento requiere un cambio de estilo de vida.
Condiciones como el bruxismo se pueden aliviar mediante actividades relajantes, como la meditación, el yoga, la psicoterapia, entre otras, además de la higiene y el sueño. Las caries y la periodontitis se pueden evitar con un buen cepillado y un uso correcto del hilo dental. Uno de los consejos para minimizar el envejecimiento bucal prematuro es evitar la ingesta elevada y frecuente de alimentos y bebidas ácidas, y si este es el caso, es preferible beber jugos ácidos con una pajita, reduciendo el contacto del líquido con los dientes.
Algunas de estas enfermedades no son fácilmente identificables en casa, como la periodontitis. Además, durante las consultas de revisión periódica, el profesional podrá diagnosticar varios otros factores como la presencia de lesiones cariosas, signos de desgaste dental, restauraciones fracturadas, lesiones de tejidos blandos, seguimiento preventivo del cáncer bucal, infecciones oportunistas como candidiasis o herpes. Otro punto importante en las consultas de mantenimiento preventivo es comprobar la eficacia de la higiene bucal del paciente en casa y animarle a mantener una rutina de higiene bucal saludable.
La especialista Manuela Netto destaca la importancia de las innovaciones en el área de la odontología: “La profilaxis periódica profesional es, de hecho, uno de los procedimientos básicos de mantenimiento preventivo, ya que tiene como objetivo reducir el riesgo de enfermedades causadas por la placa bacteriana y también identificar cambios temprano para que pueda manejarse de la manera más sencilla posible”.
“Actualmente existe en el mercado un nuevo tratamiento de profilaxis, la GBT (Guided Biofilm Therapy), de EMS. Lo he estado usando en mi consultorio durante más de 2 años y puedo decir que ha cambiado las reglas del juego en términos de profilaxis dental profesional. Es un procedimiento rápido y mínimamente invasivo que aporta mayor comodidad al paciente durante la atención. Además, indica las zonas que requieren una limpieza más intensa, facilitando el cuidado profesional y aportando una mayor concienciación sobre la higiene bucal al paciente de forma didáctica y amena”, revela el periodoncista.
Todos los cuidados mencionados anteriormente engloban educación preventiva, realizada concientizando al paciente sobre su condición bucal y las herramientas necesarias para mantener su salud bucal. En general, mantener un seguimiento profesional periódico asociado a una buena alimentación, una ingesta suficiente de agua, una higiene bucal adecuada y un estilo de vida equilibrado redundan en una buena salud bucal. En consecuencia, conducen a la salud general y la calidad de vida.
- Por Dra.Manuela Netto, cirujana dentista graduado de la Universida de Veiga de Almeida