Durante años, el valor clásico de la temperatura corporal normal se estableció en 36.6°C, un parámetro determinado en el siglo XIX y transmitido de generación en generación.
Una experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de Stanford, Jullie Parsonnet, miembro de la Academia Nacional de Medicina de los Estados Unidos, lideró un estudio que detectó una disminución en la temperatura media del cuerpo humano. Según Parsonnet, el valor considerado “saludable” ha variado a lo largo de los últimos 150 años.
“El clásico 37°C ha ido mutando con el tiempo”, explica la especialista, quien aclara que no se trata de un error, sino de una actualización basada en nuevos datos. Actualmente, la ciencia estima que la temperatura corporal normal está más cerca de los 36°C, en lugar del tradicional 36.6°C. Sin embargo, esto depende de diversos factores, como la persona, su edad, sus actividades diarias y el momento del día en que se tome la temperatura.
El rango que se considera normal ahora oscila entre los 36.1°C y los 37.2°C. Esto implica que la evaluación de fiebre o no depende del rango habitual de cada individuo. Aun así, un registro superior a los 37.5°C sigue siendo un indicio de la posible presencia de infecciones u otros procesos en el organismo.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron cientos de miles de registros de temperatura tomados a lo largo de los últimos 150 años. Observaron una disminución gradual en la temperatura corporal promedio, lo que, según los investigadores, está relacionado con la mejora en las condiciones de vida, los avances en la medicina y un mayor acceso a la atención sanitaria.
Es importante señalar que no se puede catalogar la temperatura corporal de forma exacta, ya que está influenciada por muchos factores: el lugar del cuerpo donde se realiza la medición, la hora del día, el sexo de la persona, el tiempo desde la última comida y la precisión de los instrumentos utilizados.