En medio de una vida estresante y acelerada que en Argentina suma los efectos de la crisis económica, los trastornos de ansiedad crecen y preocupan a los especialistas de salud mental. Entre estos hay síntomas comunes y desencadenantes al tiempo que hay distintos tipos de trastornos de este tipo. La ansiedad puede interferir en las actividades diarias y es importante reconocer los síntomas para poder comenzar a tranquilizarse y buscar la ayuda correspondiente.
Como siempre, es importante consultar a un profesional de la medicina o de la psicología que pueda orientar si los síntomas son persistentes o cada vez más inhabilitantes. Una clave es no demorar esta consulta ya que en muchos casos los síntomas se intensifican con el consiguiente malestar y sufrimiento del paciente. Existen varios tipos de ansiedad, pero hay cuatro que son más comunes que otros. A continuación se destalla cada caso.
- Trastorno de ansiedad generalizada
Las personas con el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) sienten con frecuencia ansiedad o preocupación extremas durante meses o años. El nerviosismo constante y el cansancio también son características de quienes padecen TAG. Otro síntoma son los problemas de concentración, irritabilidad, tensión muscular o alteraciones del sueño.
Hay que tener en cuenta que las opciones de tratamiento del TAG incluyen terapia cognitivo-conductual, técnicas de relajación y, a veces, administración de medicamentos.
- Trastorno de pánico
Las personas con trastorno de pánico tienen ataques de pánico frecuentes o inesperados. Es preciso tener en cuenta que por ataque de pánico se entiende la aparición de sensaciones repentinas e intensas de temor o de terror cuando no existe ningún peligro inmediato. Estos ataques incluyen síntomas físicos pueden incluir aceleración de los latidos del corazón, dolor en el pecho o dolor de estómago y dificultad respiratoria. También puede presentarse una sensación de debilidad o mareo, sudor, escalofrío o adormecimiento de las manos.
Hay que tener en cuenta que las personas que sufren ataques de pánico, pueden desconectarse de la realidad o imposibilitada para controlar el cuerpo o los pensamientos. Tal vez llegue a preocuparse de que tiene un ataque cardíaco. Algunas personas tienen una sensación de muerte inminente o de que algo terrible va a suceder. La mayoría de las personas con trastorno de pánico pueden mejorar con tratamiento, que puede incluir terapia cognitivo-conductual y, a veces, administración de medicamentos.
- Trastornos relacionados con fobias
Una fobia es un temor o aversión intensos a determinados objetos o situaciones. De manera similar al pánico, este temor no es igual al peligro real que puede causar ese objeto o esa situación. Entre las fobias más comunes se puede mencionar la agorafobia (temor de lugares públicos) y la claustrofobia (temor de espacios cerrados). Sin embargo, hay quienes también tienen miedo extremo a volar, a las alturas, ciertos animales y agujas.
Las personas con una fobia pueden hacer todo lo que esté a su alcance para evitar el objeto o la situación atemorizantes y sufrir ansiedad inmediata cuando los enfrentan. Los métodos de tratamiento incluyen una forma de terapia cognitivo-conductual llamada terapia de exposición (que consiste en exposición gradual al objeto o a la situación causantes de temor) y, a veces, administración de medicamentos.
- Trastorno de ansiedad social
Las personas con trastorno de ansiedad social sienten un temor intenso a una o más situaciones sociales. Quienes padecen este tipo de ansiedad se sienten muy incómodas o preocupadas de que otras las hagan avergonzarse o las juzguen.
Este temor puede ser un impedimento para las actividades cotidianas, como ir al trabajo, a la escuela o a reuniones sociales. Entre las opciones de tratamiento están la terapia y, a veces, la administración de medicamentos. Los grupos de apoyo también pueden ayudar.
Fuente: Medline Plus