Las hormonas sexuales como los estrógenos y la progesterona son las más conocidas por sus efectos sobre los caracteres sexuales y el comportamiento sexual femenino. La allopregnanolona es uno de los productos del metabolismo de la progesterona, que se sintetiza y actúa tanto en el cerebro como en los ovarios.
Este vínculo entre el cerebro y los ovarios, que genera un balance y equilibrio, es el responsable de la conducta femenina, entre otras cuestiones.
El Laboratorio de Fisiopatología ovárica y neurobiología del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo lleva adelante la investigación acerca de los efectos de las hormonas sexuales femeninas sobre el cerebro y el íntimo vínculo entre éste y el ovario.
Los neuroesteroides tienen diversas acciones protectoras del sistema nervioso central. Son activos reparadores de daño neuronal y se los hace responsables de acciones neuroprotectoras en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. En cultivo de neuronas y de atrocitos son capaces de promover la regeneración de proyecciones neuronales y aumentar las conexiones de modo de restaurar un daño previo.
La allopregnanolona posee un efecto modulador del síndrome premenopáusico y del síndrome premenstrual que provoca cambios de humor y sensibilidad en la mujer. Las acciones de este neuroesteroide son diferentes en bajas y altas concentraciones. En el primer caso, actúa como neuroprotector mientras que en el segundo provoca el efecto contrario. De allí la importancia de conocer sus niveles en sangre y descubrir qué factores producen alteraciones y cómo controlarlos.
En estudio permanente
En los modelos experimentales con los que trabajan los investigadores, la Allopregnanolona -a dosis farmacológicas- provoca una inhibición en la ovulación de las ratas tratadas, de modo que quizás se pueda pensar en esta hormona como una nueva droga anovulatoria con muy escasos efectos colaterales.
Al analizar la conducta sexual de las ratas cuando se administran dosis altas, se observa una inhibición de la motivación sexual y una disminución de los patrones de ansiedad, algo que por un lado podría ser beneficioso y por otro controvertido, al disminuir el deseo sexual.
Evidencias de otros equipos de investigación indican que las alteraciones en la síntesis y metabolismo de la progesterona pueden servir de protección contra el cáncer o promoverlo, según se desvíe el metabolismo hacia la derecha o izquierda; o sea, hacia una línea metabólica o hacia otra en dirección opuesta.
Para descubrir el potencial de allopregnanolona en el cáncer de ovario se hacen experimentos en líneas celulares tumorales humanas. Se miden los niveles de proliferación celular, apoptosis y la generación de nuevos vasos sanguíneos.
Los resultados en las líneas tumorales surgieron como consecuencia de los proyectos previos en modelos animales. Se encontró que los neuroesteroides poseen un potencial farmacológico muy amplio y que pueden contribuir a mejorar o prevenir algunas patologías relevantes en la vida reproductiva de la mujer.
Un equipo de investigadores italianos ya había detectado que las mujeres en edad reproductiva, luego de situaciones de estrés o traumáticas, poseen niveles muy elevados de allopregnanolona en sangre lo que, basado en nuestros resultados previos, podría causarles infertilidad, de modo que el control de la síntesis de esta sustancia puede colaborar a prevenirla.
Los investigadores sugieren incorporar en el futuro la medición de allopregnanolona en los análisis de rutina previos a los tratamientos de fertilidad como un marcador predictivo de una posible falla ovárica y del posible impacto del estrés en la función de dicha glándula.