Sin eufemismos, el tabaco es una de las principales causas de muerte y, en el mejor de los casos, favorece diversas enfermedades de manera directa o indirecta. Al mismo tiempo, las personas fumadoras suelen tener su sistema de defensas más desprotegido por lo que nunca es tarde para dejar de fumar.
No se trata de un proceso sencillo y es importante contar con determinación o decisión. Sin embargo, con la voluntad personal no alcanza ya que la nicotina es muy adictiva. De este modo, lo ideal es pedir o recibir acompañamiento para dejar el cigarrillo. Hay diversas modalidades y siempre el primer paso es la consulta con el médico que nos puede guiar a grupos específicos así como prescribir diversas medicaciones que pueden ayudar en el proceso.
Un punto importante antes de comenzar tiene que ver con la determinación en el sentido de que es posible que haya recaídas. El objetivo es que estas no deben hacer olvidar el fin principal que es dejar el cigarrillo. Es decir, no sirve tirar todo por la borda cuando los planes no salen como se esperaban sino que vale la pena volver a empezar e intentar las veces que sean necesarias. La recompensa es mayúscula en el mediano y largo plazo.
Pasos para dejar de fumar
Es importante tener en cuenta que diversos hospitales públicos y centros de salud así como desde los ministerios provinciales y nacionales suele haber programas destinados a dejar de fumar. Buscar esta posibilidad puede hacer más sencillo el camino aunque cada persona debe encontrar el método que mejor se ajuste a sus necesidades. El objetivo no es complicarse la vida sino pensar en propuestas que la faciliten dejar el cigarrillo.
A continuación, algunos de los pasos clave para emprender la tarea con éxito:
- Informarse. Conocer los síntomas que pueden aparecer con la abstención. Entre ellos se destacan: intenso deseo de nicotina, ansiedad, tensión, inquietud, frustración o impaciencia, dificultad para concentrarse, somnolencia o problemas para dormir, dolores de cabeza, incremento del apetito y aumento de peso, irritabilidad o depresión.
- Fijar fecha. Poner un día específico para dejar el cigarrillo por completo. Lo ideal es comenzar la reducción de consumo de manera gradual antes de ese punto.
- Hacer una lista. Enumerar las razones por las que quiere dejar el tabaco. Incluya los beneficios tanto a corto como a largo plazo.
- Identificar. Los momentos en los que es más propenso a fumar.
- Comunicar. A todos sus amigos, familia y compañeros de trabajo su plan para dejar de fumar. Infórmeles la fecha en la que lo hará. Puede ayudar el hecho de que ellos sepan por lo que usted va a pasar, sobre todo cuando esté malhumorado.
- Tire todo. En realidad deshágase de sus cigarrillos justo antes de la fecha en la que va a dejar de fumar. Limpie todo lo que huela a humo, como ropa y muebles.
- Haga un plan. Sea lo más específico posible.
- Cambie sus hábitos de salud. Incremente la actividad física y evite por unos meses los eventos en los que ha identificado que más lo llevan a fumar.
Fuente: Clínica Mayo y Cuidate Plus