Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes con el objetivo de crear conciencia sobre esta enfermedad. En el 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia y necesidad de un acceso equitativo a la atención esencial. También se busca destacar los posibles riesgos de esta enfermedad para minimizar las complicaciones. La dolencia no tiene una causa conocida y se puede dividir entre la diabetes tipo 2, asociada más con el estilo de vida y a los adultos, y la tipo 1.
El tipo 2 se origina por resistencia a la insulina, es decir, por la incapacidad de que la insulina entre a las células de forma normal. Este tipo de diabetes suele debutar más en adultos o en personas de la tercera edad y habitualmente se puede iniciar con hipoglucemiantes orales. Este tipo se puede prevenir mediante una dieta saludable, actividad física regular, mantener un peso corporal normal y evitar el consumo de tabaco.
La diabetes tipo 1, en tanto, se caracteriza por una insulinopenia, es decir, una alteración en la secreción pancreática de insulina que debe ser administrada de manera artificial. Se trata de una enfermedad autoinmune, lo que significa que anticuerpos del propio organismo atacan y alteran la secreción insulínica del páncreas. De esta manera, se desencadena una hiperglucemia de manera rápida y no se puede prevenir.
La diabetes se puede tratar y sus complicaciones se pueden evitar o retrasar con exámenes y tratamientos regulares. En general, quienes poseen esta enfermedad se deben someter a pruebas periódicas de detección de complicaciones para ayudar en la detección temprana. Esto incluye análisis de detección de enfermedades renales, exámenes oculares periódicos y evaluaciones de los pies.
Principales síntomas
Para detectar la diabetes, existen al menos tres síntomas que suelen aparecer juntos y que obliga a no posponer la consulta con el médico. El primero es la llamada poliuria, que es el aumento de la micción o de ganas de hacer pis. El riesgo es que al no poder utilizarse la glucosa, esta se pierde por la orina y acarrea agua con ella.
Dicha situación desata el segundo síntoma que se denomina polidipsia. Se trata de la sensación exagerada de sed y una gran necesidad de hidratarse. Por último, también aparece la polifagia o aumento del apetito debido a la pobre utilización de la glucosa en el cuerpo, lo cual activa a nivel cerebral el aumento de la sensación de necesidad de comer.
Estos tres síntomas (muchas ganas de hacer pis, mucha sed y hambre) llevan a sospechar sobre la existencia de la diabetes tipo 1. En el caso de la diabetes tipo 2, además de estas tres manifestaciones, puede aparecer una cuarta que tiene que ver con la pérdida de peso. Esto suele suceder cuando la hiperglucemia lleva tiempo debido a la pérdida calórica de glucosa por el riñón.
Si el diagnóstico finalmente es positivo, entre otros puntos importantes a realizar tiene que ver con la educación diabetológica progresiva, para aprender los conceptos básicos y saber cómo manejarse. Una recomendación es no abrumarse, tenerse paciencia y saber que un adecuado cumplimiento de las recomendaciones hará una gran diferencia entre una buena y una mala calidad de vida.
Fuente: OMS. Cuidate Plus