Una de las causas más comunes de consulta en la zona de columna está relacionada con la lumbalgia o el dolor de espalda. La mayoría de estas dolencias se resuelven con tratamientos específicos que combinan analgésicos y fisioterapia, entre otras estrategias. Se trata de técnicas como rehabilitación postural y gimnasia que han demostrado éxito en la mejoría de este tipo de molestias.
Una porción menor de problemas en la columna requiere de cirugía y, aunque existen mitos en torno a esta intervención, lo cierto es que hoy el enfoque prácticamente obligado es la llamada “cirugía mínimamente invasiva” de columna.
Emanuel Alejandro Vázquez es neurocirujano especialista en cirugía de columna y miembro del equipo de neurocirugía del hospital Santa Isabel de Hungría en donde funciona una unidad de columna específica. A su vez, Vázquez también forma parte del Centro de Enfermedades Neurológicas de Alta Complejidad (Cenac) en donde se atienden patologías neurológicas y de la columna vertebral.
El especialista explicó que la cirugía mínimamente invasiva de columna es un enfoque quirúrgico que busca tratar problemas en la columna vertebral utilizando incisiones pequeñas y técnicas especializadas. “Se realiza con la ayuda de instrumentos y tecnología que permiten a los cirujanos acceder y tratar las áreas afectadas, con un menor daño en los tejidos circundantes si se lo compara con las técnicas tradicionales”, subrayó el neurocirujano.
De este modo, los pacientes no solo tienen menor tiempo de posoperatorio sino que logran una reinserción mucho más rápida en su vida cotidiana. “Además, se mejora el tiempo de sangrado quirúrgico así como el dolor después de la operación”, agregó Vázquez. El paciente ya no tiene que quedarse acostado en una cama durante semanas y prácticamente no existen riesgos como los que podían darse tiempo atrás.
Hay que tener en cuenta que, más allá de fracturas o tumores, los casos que llegan al quirófano tienen que ver con la búsqueda de una mejor calidad de vida en casos de dolores crónicos o molestias que no se resuelven en los tratamientos previos. En la actualidad la cirugía mínimamente invasiva se utiliza para casi todo tipo de casos, incluso para cirugías de escoliosis.
Patologías frecuentes y modos de prevenirlas
El neurocirujano explicó que la patología más frecuente en la columna es la degenerativa que se da debido al paso del tiempo. Por otro lado, los problemas en la zona también suelen aparecer por realizar trabajos que exigen dicha zona o por realizar actividades físicas puntuales que puedan generar alguna lesión.
El momento ideal de consulta se da cuando la persona lleva más de dos semanas con dolor lumbar o cervical sin ninguna respuesta o a los analgésicos o a los tratamientos fisioterapéuticos. El objetivo principal es realizar estudios específicos para determinar de qué tipo de patología se trata.
Sin embargo, más allá de los imprevistos como caídas y consecuentes fracturas o enfermedades como tumores o algún tipo de deformidad puntual, es importante incorporar hábitos para cuidar la columna y evitar o minimizar el desgaste que implica el uso y el paso de los años.
Lo más importante, según Vázquez, es realizar actividad física de manera habitual. Después de los 30 años aparece un padecimiento que es la pérdida de masa muscular, llamada sarcopenia. “Si somos personas sedentarias, esa pérdida de masa muscular lleva a la columna a desgastarse de manera más rápida, lo que puede traer diversas patologías”, comentó el experto.
No se trata de cualquier tipo de actividad sino que tienen que ser aptas para la columna como yoga, pilates o natación. Con el ideal de una guía médica en el momento de elegir la actividad física, están desaconsejados los ejercicios de alto impacto como el runnig o los deportes como fútbol, básquet y similares.