La lactancia materna es tan importante que no tiene un Día especial sino toda una semana que va del 1 al 7 de agosto con el apoyo de la OMS, UNICEF y muchos Ministerios de Sanidad y socios de la sociedad civil. Este año el lema apunta a que las mujeres no deberían tener que elegir entre amamantar a sus hijos o trabajar.
Esta falsa disyuntiva es una manera de defender los derechos esenciales de la maternidad que apoyan la lactancia materna: permiso de maternidad de un mínimo de 18 semanas, idealmente más de 6 meses, y adaptaciones en el lugar de trabajo posteriormente.
“Son cuestiones urgentes para garantizar que las mujeres puedan amamantar durante todo el tiempo que deseen hacerlo”, destaca la OMS. Según esta Organización, más de 500 millones de mujeres trabajadoras carecen de disposiciones básicas en materia de maternidad; muchas más se encuentran sin apoyo cuando vuelven al trabajo.
En el mundo, solo el 20% de los países requieren que los empleadores proporcionen a las empleadas descansos pagados e instalaciones para amamantar o extraer leche, por lo que menos de la mitad de los bebés menores de 6 meses tienen la posibilidad de ser amamantados en forma exclusiva.
En síntesis, la campaña apunta a que todas las mujeres del mundo -independientemente de su trabajo- deberían disponer de:
- Al menos 18 semanas de baja por maternidad remunerada
- Tiempo libre pago para la lactancia o la extracción de leche al reincorporarse al trabajo
- Opciones flexibles de reincorporación al trabajo
Los beneficios de la leche materna
El Ministerio de Salud de la Nación explica que la lactancia materna es beneficiosa tanto para el bebé como para la madre debido a que la leche humana es la mejor forma de aportar al niño todos los nutrientes que necesita para un crecimiento saludable.
La lactancia no solo alimenta, hidrata y da defensas al infante sino que también lo protegen de muchas enfermedades. Los bebés amamantados sufren menos enfermedades infecciosas (respiratorias, diarreas, etc.) así como tienen menos probabilidades de padecer, cuando sean grandes, enfermedades crónicas como obesidad, diabetes y cáncer.
A su vez, la leche materna brinda una oportunidad de reforzar el vínculo afectivo amoroso, a través de palabras, miradas, caricias, arrullos y juegos, fundamentales para el desarrollo. Así la lactancia materna favorece y fortalece la relación de afecto entre la madre y su hijo.
Dar la teta también le hace bien a la mamá ya que, entre otros beneficios, protege del cáncer de mama y ovario, de la depresión posparto, la anemia, de la hipertensión, la osteoporosis y la artritis reumatoidea. Además, es útil al momento de recuperar el peso anterior al embarazo.
Para poder sostener la lactancia materna es necesario el apoyo de toda la comunidad: el acompañamiento de la pareja, la familia y todo el entorno, esto incluye la distribución de las tareas domésticas y de cuidado entre progenitores. A su vez, los ámbitos de trabajo y de estudio necesitan contemplar licencias por maternidad y por paternidad, espacios para la extracción de leche y horarios reducidos para disponer de tiempo para alimentar al bebé con leche materna en estos contextos.
Fuentes: OMS y Ministerio de Salud de la Nación