Hasta los dos años el bebé es considerado un lactante y, aunque a partir de los seis meses comienza con las primeras papillas, hay que estar atento a los sí y los no de su alimentación. En especial porque es preciso estar evitar posibles alergias, atragantamientos e intolerancias.
Todo lo que los bebés incorporen a su dieta se considera alimentación complementaria debido a que todavía, su nutriente principal, llega a través de la leche. La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) explica que a los seis meses se comienza con este tipo de alimentación debido a que el bebé ya se sienta y tiene funciones renales y gastrointestinales maduras.
No obstante, no todos los niños son iguales y para tomar la decisión de incorporar otros alimentos además de la leche, el bebé debe cumplir con algunas premisas neuromadurativas. Por este motivo, el pediatra es el que decidirá si el niño está en condiciones o no de dicho inicio. Del mismo modo, es bajo su guía que deben comenzar a incluirse otros alimentos cuando llegue el momento.
Recomendaciones principales
Textura. Las papillas no son lo ideal debido a que se corre el riesgo de que sea todo lo mismo. No obstante, se puede pisar la verdura hervida con el tenedor, armar bollitos para que el bebé coma con la mano y se familiarice con la comida.
Riesgo de atragantamiento. Es clave el sentido común, pero en líneas generales no dar uvas, pasas de uvas o frutas secas enteras. Sí cortadas, del mismo modo que los pedacitos de carne u otras preparaciones que tiendan a deshacerse. El maní está terminantemente prohibido.
Insistencia. Es importante ofrecer el alimento todos los días y en diferentes preparaciones para que el bebé conozca y se acostumbre a los nuevos sabores.
Nutrientes. Tanto el Ministerio de Salud como Unicef recomiendan enriquecer las comidas con una cucharadita de aceite crudo, leche en polvo, crema, manteca o queso rallado. En líneas generales, evitar alimentos muy líquidos como caldos o sopas y preferir trocitos de carne cocida lo antes que se pueda.
Alimentación real: Los especialistas están en contra de los alimentos procesados como yogures o papillas envasadas. Por el contrario y con la excepción de verduras de hoja y otras específicas, lo primero que se le ofrecerá al bebé serán frutas y verduras. Luego, comienzan a incorporarse cereales nobles como avena, legumbres y arroz, entre otros.
La importancia del juego. El bebé hace todo por mirar al otro, por eso tiene que comer en familia con el objetivo de que pueda imitar al tiempo que permitirle que explore, que toque la comida y aprenda a usar las cucharas de a poco.
Atención con las alergias: Antes de los 9 meses no se ofrecen alimentos que puedan causar alergias. Entre ellos están los cítricos -incuidos frutilla y kiwi-, el chocolate, el pescado, el huevo y los frutos secos. La miel también entra en este grupo al tiempo que hay que evitarla por ser demasiado dulce. Además, puede aparecer una alergia a las proteínas de la leche de vaca (APLV).
No procesados ni dulces. Para introducirlos a una vida saludable es mejor que no conozcan los sabores de los alimentos chatarra y se reserven para más adelante y ocasiones especiales. Entonces, no a helados, galletitas dulces, golosinas, chocolates, gaseosas, aguas saborizadas, juguitos artificiales, snacks, cereales con colorantes o azúcar agregada.
Fuente: La Nación