El melanoma es el tipo más grave de cáncer de piel que implica el 1% de este tipo que se diagnostican. La cifra no es menor si se tiene en cuenta que la mitad de cánceres pertenece al mundo de la piel y que es la segunda causa de muerte entre personas de entre 20 y 40 años, después de los accidentes de tráfico.
El melanoma se forma en las células (melanocitos) que producen melanina, el pigmento que le da color a la piel. Los más propensos a padecer esta enfermedad son quienes tienen muchos lunares en zonas de exposición solar intermitente; es decir en lugares como piernas, brazos, rostro o espalda.
En este marco, la primera medida de prevención es prestar atención a los cambios que puedan aparecer en los lunares. Eso, además de realizar un control dermatológico al menos una vez por año.
Los melanomas tienen una parte hereditaria, por lo que se aumenta el riesgo si la persona ha tenido algún familiar con cáncer de piel. Del mismo modo, la piel demasiado blanca o que se broncea con dificultad también son señales para extremar las precauciones.
El método ABCED
Con relación a los lunares asimétricos o con un color irregular, los dermatólogos insisten en el método ABCDE para reconocer los posibles lunares sospechosos:
- Asimetría: lunares que no son simétricos.
- Bordes: lunares con bordes irregulares.
- Color: lunares con zonas de color oscuro y zonas de color claro.
- Diámetro: lunares de más de 0,6 cm.
- Evolución: lunares que evolucionan o cambian de tamaño, color, que sangran, etc.
Este último, el del cambio o la evolución, es el principal signo de alarma ya que siempre que un lunar se transforma hay que consultar con el especialista.
Otras recomendaciones
Con el objetivo de prevenir el melanoma y otros tipos de enfermedades de la piel, además de controlar la forma y color de los lunares hay que evitar las quemaduras solares. Haber tenido más de tres quemaduras durante la infancia aumenta diez veces la posibilidad de padecer esta enfermedad durante la adultez. Esto en comparación con quienes no han tenido dichas quemaduras.
Realizar un mapa de lunares es otra manera de cuidarse de los melanomas. En especial para quienes o tienen mucha cantidad o cuentan con antecedentes familiares. Se trata de tomar imágenes de los lunares en programas que se utilizan para controlar los cambios de los mismos y así detectar precozmente cualquier signo de malignidad.
Por último, una novedad es la inmunoterapia debido a que ofrece medicamentos que no atacan directamente al tumor, sino que potencian las defensas del paciente para que sea el propio cuerpo el que luche contra las células malignas. Se trata de un tratamiento que consigue altas tasas de supervivencia; aun cuando se ha producido metástasis.
Fuente: Cuidate Plus