El Covid ha vuelto a manifestarse en la temporada de verano, de un modo parecido a lo sucedido en enero del año pasado. Tanto el Ministerio de Salud de la Nación como la cartera local del área informan a diario un incremento en los casos entre los que la prevalece la variante Ómicron con la llegada de una de sus subvariantes: la BQ.1.1., conocida popularmente como “perro del infierno”.
Por otro lado, en los últimos días se anunció un refuerzo en la vacunación de los menores de 17 años a partir del lunes 9 de enero en un contexto de pocas vacunas en ese rango etáreo que incidiría en el aumento de las hospitalizaciones.
Así, los niños y niñas de entre seis meses y 17 años pueden recibir su primero o segundo refuerzo según le corresponda. Como siempre, es importante la consulta previa al médico así como asesorarse en los lugares de vacunación cercanos al domicilio.
Sin embargo, no son solo los pequeños los que no tienen el esquema de vacunación completo sino que también lo han hecho los adultos. Las estadísticas apuntan a que buena parte de la población que sí se vacunó y que en la actualidad debería colocarse la cuarta o la quinta dosis; solo tiene dos vacunas.
En este contexto y ante la aparición de nuevas variantes o, mejor dicho, subvariantes, la preocupación principal es la rapidez que tienen para transmitirse. Así como llegó la denominada “perro del infierno”, los especialistas advirtieron que otros tipos no tardarán en llegar debido al intenso movimiento de personas de un país a otro así como por la no utilización de algunas barreras existentes hasta el año pasado como el barbijo.
En líneas generales, tanto los médicos como las políticas gubernamentales se han se centrado en la vacunación por lo que hay muchos lugares, como Estados Unidos, que no permiten el ingreso de turistas sin las dosis correspondientes.
El aspecto positivo de esta suba de casos impulsada por subvariantes de Ómicron es que “estos casos en general son leves” y el sistema sanitario no se encuentra saturado como en otros momentos de la pandemia.
Más allá de que muchos esquemas de vacunación están incompletos, lo cierto es que las vacunas colocadas así como quienes adquirieron inmunidad de manera natural son maneras de mantener relativamente protegidos en líneas generales.