Las celebraciones navideñas se asocian tradicionalmente con una alimentación de alto consumo de grasas, productos con grandes niveles de azúcar y bebidas alcohólicas, lo que provoca, además del rápido aumento de peso, enfermedades relacionadas con problemas cardiovasculares, cerebrovasculares y diabetes. La navidad es una época especial donde se comparte con familiares y amigos, y por lo tanto se fomentan prácticas de consumo poco saludables y a su vez que se reduce la actividad física. Este año, el condimento especial es que las juntadas comenzaron mucho antes por el Mundial: hace algunas semanas se sumaron a la rutina las tardes de facturas, snacks y horas de TV.
En este sentido, ahora más que nunca, llevar un control en cuanto a los nutrientes ingeridos y el valor energético de los alimentos y bebidas, es indispensable para cuidar la salud durante este mes sin dejar de disfrutar.
“Antes que nada, lo importante es poder transmitir que hay que disfrutar el momento, durante las fiestas navideñas es posible comer de todo siempre y cuando se haga con moderación. En las fechas importantes, es vital escoger un menú que contemple un conjunto de nutrientes, proteínas, hidratos y azúcares en función de las necesidades individuales pero respetando las porciones adecuadas sin exigir un sobreesfuerzo al aparato digestivo.” afirmó la Lic. Ana Laura Álvarez Tartaglia (MP 1316), nutricionista del programa Salud, Deporte y Alimentación de Fundación Boreal.
La nutricionista suma algunos consejos para tener en cuenta:
- Evitar desórdenes alimenticios: mantener el orden del desayuno, almuerzo, merienda y cena, así como cuidar los horarios y en las comidas específicas de las fiestas controlar las cantidades.
- Seleccionar alimentos más saludables: las típicas ensaladas navideñas no son recomendadas para esta época del año, se puede armar un menú delicioso con vegetales de hojas frescas, frutas y verduras de la estación y en el caso de los aderezos animarse a hacer cosas caseras como mayonesa o hummus y en el caso de los condimentos emplear hierbas aromáticas para impedir el uso excesivo de sal.
- Variar las técnicas de cocción: evitar las frituras y por el contrario hacer uso de la parrilla, la plancha y el horno contribuye a crear porciones mucho más saludables sin agregar grasas y calorías vacías.
- Reducir el consumo de azúcar: si bien una parte muy importante de la cena navideña resulta ser el postre, es mejor buscar alternativas basadas en frutas de la época como melón, sandía o ananá. Incluso es posible hacer brochetas o helados frutales.
- Intercalar bebidas: en el caso de consumir bebidas alcohólicas es recomendable intercalarlas con agua, sodas, o bebidas de baja en azúcar. Con respecto a las calorías, las bebidas blancas suelen tener muchas más calorías que otro tipo de bebidas.
“En todo caso después de las fiestas, para retomar la alimentación tradicional es fundamental no obsesionarse con dietas restrictivas o peligrosas, en cambio, hay que tratar de volver a los hábitos de manera progresiva seleccionando carnes magras, evitando frituras, incrementando las frutas y verduras, volviendo a la rutina de la hidratación, a la actividad física y sobre todo al buen descanso, esto permitirá no solo disfrutar las fiestas sino de una vida saludable y plena” finaliza la nutricionista.