Escribe: Dra.Carla Pagano Boza (M.N. 144.521), Oftalmóloga especialista en Oculoplástica (párpados, vías lagrimales y órbita) – Servicio de Oftalmología del Hospital Italiano de Buenos Aires.
Desde que se autorizaron y comenzaron a aplicar las diferentes vacunas contra el COVID 19 nada se
ha hablado acerca de si las mismas traían consecuencias a la visión. Si bien vale aclarar que de acuerdo a la información con la que contamos actualmente, los beneficios de recibir la vacuna superan con creces los raros riesgos oculares es importante estar alerta a ciertos síntomas que pueden estar relacionados con su aplicación.
La primera vez que una persona se infecta con, por ejemplo, un virus, su cuerpo puede demorar varios días o semanas en desarrollar y usar todas las herramientas necesarias para combatir y vencer al germen. Luego el sistema inmunitario de la persona recuerda lo que aprendió sobre cómo protegerse frente a ese
microorganismo y así tendrá una respuesta mucho más precoz frente a un nuevo contacto.
Las vacunas tienen como función incentivar al sistema inmunológico para producir defensas de
memoria. El objetivo final es lograr una respuesta rápida frente al contacto con los gérmenes
(principalmente virus y bacterias) y disminuir la probabilidad de tener una enfermedad grave o incluso
prevenir la aparición de síntomas.
Las vacunas del coronavirus tienen 4 versiones principales: ARN mensajero (Pfizer, Moderna),
vector viral (AstraZeneca, Sputnik, Janssen de Johnson & Johnson, Cansino), virus completo (Sinopharm,
Sinovac) y subunidad de proteína (en desarrollo).
La Academia Americana de Oftalmología (AAO) realizó una revisión narrativa de 23 artículos de la
literatura para brindar una descripción general de los efectos oculares adversos informados con los diferentes tipos de vacunas COVID-19.
Se informaron efectos secundarios oculares en 74 personas e incluyeron parálisis del nervio facial,
parálisis del nervio motor ocular externo (encargado de la motilidad del ojo), rechazo en trasplantes de
córnea, alteraciones en la retina (neurorretinopatía macular aguda, trombosis de la vena oftálmica,
coriorretinopatía serosa central), inflamación intraocular (uveítis) e inflamación orbitaria (por activación de
enfermedad ocular tiroidea en pacientes con Enfermedad de Graves o inflamación primaria).
Estos efectos secundarios informados fueron similares a las manifestaciones oculares informadas con
la infección por el COVID-19, por lo que se cree que puede haber una vía común entre la respuesta
inmunomediada de la vacuna y el virus en sí.
Es importante aclarar que la notificación de efectos secundarios dentro de una relación temporal con
la vacuna no prueba causalidad. En los reportes de efectos adversos referidos son asociados a la vacuna por el simple hecho de haber ocurrido unos días luego de la inyección. Incluso, estos efectos secundarios
oculares pueden estar relacionados con la respuesta inmunitaria desadaptativa o exagerada en personas
susceptibles. Aun así, si bien la vacuna contra la COVID-19 pudo tener relación con la respuesta inmunitaria anormal, las manifestaciones oculares reportadas en la literatura tuvieron un buen pronóstico con el manejo adecuado.
Los efectos secundarios informados se publicaron en forma de series de casos (casos aislados) o
informes, y a menudo es limitado sacar una conclusión generalizable a toda la población en este tipo de
estudios. Por lo que la asociación especulada se considera por ahora simplemente como sospecha, pero no se puede hablar de relación causal (relación de causa-efecto). Incluso, se estima que 11,9 mil millones de personas del mundo (61,1 % de la población) han recibido 1 o más vacunas y aun así la incidencia de efectos adversos reportados en los ojos es muy baja.
¿A qué se debe estar atento luego de vacunarse o de tener la infección por COVID-19?
- Ojo colorado
- Dolor con el movimiento de los ojos.
- Dificultad para levantar la ceja o cerrar el ojo.
- Cambios visuales: pérdida de parte del campo visual, distorsiones visuales o disminución generalizada de la visión de 1 o ambos ojos.
Frente a cualquiera de estos síntomas es importante realizar una consulta con un oftalmólogo a la brevedad.