Desde el Sanatorio Finochietto queremos compartir la experiencia en Israel con la vacunación masiva frente al Covid-19, porque consideramos que esta experiencia, además de traer esperanza y tranquilidad a la ciudadanía, ayuda a tomar consciencia del rol que cada uno tiene como individuo dentro de su comunidad.
En la entrevista del periodista Solá, al Licenciado Jorge Diener, director ejecutivo del Hospital Hadassah Internacional de Jerusalén, nos cuenta cómo tras la exitosa campaña de vacunación anti Covid-19 Israel comienza a retornar la normalidad, a una situación muy parecida a la normalidad anterior, pero no igual.
La nación del Medio Oriente, con una población de aproximadamente 9 millones de personas registra un promedio de 62% de su población vacunada con la primera dosis y aproximadamente un 60% con las dos dosis, sin embargo, el ritmo de la vacunación se ha detenido porque prácticamente todos los mayores de 16 años ya se han vacunado. Quedan quienes no se han vacunado y lo están haciendo más lento, y muchos que no se van a poder vacunar por condiciones que no se lo permiten. Lo que resta es un 23% de la población que es menor de 16 años, y que todavía no se puede vacunar.
Pero la vacunación no lo es todo, el éxito de Israel se basó también en la participación colectiva de la población en las medidas restrictivas y confinamientos, el respeto por las medidas restrictivas fue un factor vital en el éxito del control de la epidemia. A pesar de alcanzar la tasa de inmunidad más alta del mundo, en la nueva normalidad de Israel todavía quedan algunas medidas como el distanciamiento social y el lavado frecuente de manos que seguirán siendo medidas de prevención adicionales por mucho más tiempo.
“Básicamente podemos decir que la vacunación y las medidas reducen drásticamente el contagio, el contagio reduce el número de positivos, la cantidad de positivos que se reduce implica que menos gente llega a los hospitales, y así los casos graves bajan a prácticamente un mínimo. Para dar un ejemplo, el número de positivos que hubo ayer en Israel en todo el país fue de 38, que es prácticamente nada comparado con los miles de positivos por día que llegaron a tener (10.000 en el pico), entonces, estamos hablando de un contagio y una enfermedad que está en receso, por lo menos dentro de Israel.” Explica el Lic. Diner.
En los espacios abiertos ya se eliminó la obligación del uso de mascarillas, pero en lugares cerrados, donde hay gente no vacunada, se mantiene el uso y la distancia social. Algo importante que se hizo es que, en lugares donde hay solamente gente que está vacunada, con lo que se llama el pasaporte verde, el uso de mascarillas no es necesario ya que son espacios inmunes.
El pasaporte verde, otorgado a personas inmunizadas, crea espacios “libres de contagio”, porque los únicos que pueden estar ahí son personas vacunadas. Son espacios libres los restaurantes, gimnasios, teatros, lugares donde una vez que uno está adentro, sabe que es un espacio seguro porque la efectividad de la vacuna es muy alta, del 99% prácticamente. Este orden ha sido un estimulante para la gente joven, que era más indiferente y más escéptica, y de esta forma se las incentivó y se les dio acceso a actividades que de otra manera no tendrían.
Con este horizonte y el caso de Israel cómo ejemplo, invitamos a toda la población Argentina a tomar consciencia, manteniendo los cuidados y medidas, es importante entender que con la colaboración de todos podemos volver al Covid-19 a un estado recesivo.
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