Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la depresión afecta a más de 280 millones de personas. Entre las estrategias disponibles para mejorar esta condición, el ejercicio físico destaca como un aliado poderoso en la mejora de la salud mental. Investigaciones recientes subrayan que actividades como caminar, practicar yoga o realizar ejercicios aeróbicos contribuyen al bienestar físico y desempeñan un papel crucial en la reducción de los síntomas depresivos.
Un trabajo publicado recientemente en JAMA Network Open encontró que aumentar el número de pasos diarios está asociado con menos síntomas de depresión. Los autores dijeron que a partir de los 5.000 pasos ya se nota el impacto en la salud mental mientras que un conteo de pasos diario de 7.000 o más se asoció con un menor riesgo de depresión en los estudios prospectivos. No obstante, siempre aumentar la cantidad de tiempo de caminata es beneficioso ya que un incremento modesto como caminar 1.000 pasos adicionales al día, puede reducir el riesgo de depresión en un 9%.
Por este motivo, los especialistas animan a la gente a ser activa, independientemente del tipo o la intensidad de la actividad, es una estrategia eficaz para prevenir la depresión. Aunque el ejercicio no es una cura mágica para la depresión, actúa como un complemento esencial en el tratamiento integral del trastorno. Los beneficios documentados incluyen la liberación de neurotransmisores como las endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad” y la serotonina, que mejoran el estado de ánimo.
La clave del éxito del ejercicio como herramienta contra la depresión radica en adaptarlo a las preferencias y capacidades de cada individuo. Así, la actividad física debe ser placentera y no sentirse como una carga. Este enfoque flexible puede facilitar que las personas adopten el ejercicio como un hábito sostenible. Además, contar con amigos o ayuda externa para concretar la actividad también es clave ya que para muchas personas la depresión puede ser un obstáculo significativo para comenzar cualquier forma de actividad física.
Las investigaciones también señalan que el ejercicio en grupo puede ser especialmente beneficioso, ya que combina la actividad física con oportunidades para socializar. Actividades como clases de yoga o deportes en equipo proporcionan un doble beneficio: alivian los síntomas depresivos y promueven relaciones interpersonales positivas.
Aunque siempre es importante la consulta al médico, hay que recordar que la OMS recomienda realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada o 75 minutos de actividad vigorosa. Sin embargo, estudios recientes demuestran que incluso niveles más bajos de ejercicio pueden marcar una diferencia. Un ensayo controlado publicado en la Revista Europea de Ciencias del Deporte encontró que tanto caminar a un ritmo moderado durante 150 minutos como caminar vigorosamente durante 75 minutos a la semana redujeron significativamente los niveles de depresión en adultos de mediana edad y mayores.
Fuente: Infobae