En los tiempos de los abuelos el virus del herpes zóster era conocido con el nombre de culebrilla y aún hoy se mantiene esa denominación. Sin embargo, cada vez más este virus –que es ocasionado por el mismo de la varicela- se conoce por su denominación médica. El de culebrilla viene asociada a la forma que adopta la erupción que suele ser muy dolorosa y debilitante.
Esta enfermedad puede aparecer muchos años después de que una persona que tuvo varicela se recupera. Es porque el virus se mantiene latente en ciertas células nerviosas del cuerpo y puede reactivarse en época más avanzada de la vida. Esta segunda erupción del virus de la varicela se llama culebrilla.
Es que las ampollitas aparecen en una pequeña parte del cuerpo y comienzan a extenderse en forma de “culebra” o derrame. Esta eruptiva también puede causar quemazón, picazón, hormigueo y hasta insensibilidad en la parte afectada. Algunas personas incluso manifiestan fiebre, dolor de cabeza, escalofrío y malestar estomacal. Aunque la culebrilla en sí no es contagiosa, es posible contraerla a través de una persona afectada si se está en contacto directo con el líquido que brota de la erupción.
Cualquier persona que haya tenido varicela está expuesta al riesgo de tener culebrilla, en particular a medida que envejece. Cerca de 1 de cada 3 personas en los Estados Unidos tendrá culebrilla en algún momento de la vida, por lo general después de los 50 años. Aunque la culebrilla puede afectar a los adultos más jóvenes y aun a los niños, es más común en los adultos de mayor edad. Las personas con inmunodeficiencia también corren un mayor riesgo.
Tratamiento y prevención
El tratamiento rápido de la culebrilla con medicamentos antivíricos puede reducir la duración y la gravedad de los síntomas. Para la mayoría de las personas sanas que reciben tratamiento rápidamente, por lo general la culebrilla desaparece en un período de tres a cinco semanas y las ampollas no suelen dejar cicatrices.
Por este motivo, la principal recomendación es vacunarse contra el virus del herpes zóster ya que es un medicamente muy efectivo para prevenirlo. Dos dosis de la vacuna tienen una efectividad superior al 90% para prevenir la culebrilla y sus posibles complicaciones. Antes de colocársela, siempre consultar con su médico de cabecera.
Recomendaciones
A continuación algunos consejos para quienes atraviesan la enfermedad:
• Aplique compresas húmedas frías a la erupción para aliviar el dolor y la picazón
• Use ropa suelta hecha de fibras naturales para reducir la irritación de la piel.
• Mantenga limpia la parte afectada por la erupción y cúbrala para prevenir la propagación del virus a otras personas.
• Ayúdele al sistema inmunitario haciendo todo lo posible por descansar mucho y por reducir el estrés (que puede empeorar los síntomas).
Fuente: Medline plus