Según la Organización Mundial de Accidentes Cerebrovasculares (WSO, por sus siglas en inglés), el accidente cerebrovascular (ACV) o ataque cerebral es la segunda causa de muerte y la principal causa de discapacidad en el mundo, afectando a 1 de cada 4 personas y dejando a más de 100 millones de personas con secuelas.
Cada 29 de octubre, con motivo del Día Mundial del ACV, se lanzan campañas de concientización y prevención. Desde la Federación Argentina de Cardiología (FAC), el énfasis está en tomar acciones sobre los factores que pueden desencadenar esta patología para modificarlos y así lograr una mejor calidad de vida.
“Realizar intervenciones en los factores de riesgo cardiovascular modificables, como el control de la presión arterial, la actividad física regular, una dieta baja en sodio y evitar o reducir el consumo de tabaco, son algunas de las medidas que debemos adoptar. Según la American Heart Association (AHA), esto evitaría hasta el 90% de los casos de ACV”, explica la Dra. Natalia Cristaldo (MP 6386), cardióloga e integrante del Comité de Emergencias Cardiovasculares de la FAC. Otros factores de riesgo incluyen el colesterol alto (dislipidemias), diabetes y obesidad, que también deben ser controlados.
Durante la Jornada de Diálogo “Impactos del Ataque Cerebrovascular en Argentina”, organizada en abril de 2023 por la Oficina Científica de Asesoramiento Legislativo (OCAL) en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación (HCDN), se revelaron cifras alarmantes: en Argentina, ocurren aproximadamente 120,000 casos de ACV cada año, de los cuales 40,000 resultan en muertes y 40,000 dejan a nuevas personas con discapacidad.
Hipertensión y ACV
La Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, realizada en Argentina, indica que más del 40% de los argentinos padecen hipertensión arterial, y la prevalencia de esta condición ronda el 34%, manteniéndose estable desde 2005. Este dato preocupa a los profesionales de la salud, ya que la presión arterial elevada se asocia de manera directa y continua con el riesgo cardiovascular. “La medición de la presión arterial en consultorio sigue siendo la herramienta clave para el diagnóstico y seguimiento de la hipertensión, destacándose por su bajo costo y amplia disponibilidad”, afirma el Dr. Gustavo Cerezo (MN 66559), ex presidente de la FAC. Si los valores de presión arterial son de 140/90 o superiores, se recomienda un seguimiento cercano para prevenir complicaciones cardiovasculares futuras, ya que mantener estos valores controlados reduce significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Qué hacer frente a un ACV
El ACV ocurre cuando un pequeño coágulo se desprende y se desplaza por el sistema circulatorio hasta alojarse en el cerebro, provocando diferentes secuelas. La intervención rápida es crucial para minimizar daños. Para identificar si una persona está sufriendo un ACV, se debe observar si presenta dificultad para hablar, tragar incluso su propia saliva, desviación en la comisura de los labios, confusión mental, adormecimiento o debilidad en las extremidades y la cara. Otros síntomas incluyen dolor de cabeza intenso que no responde a analgésicos, problemas de visión e incluso pérdida de la conciencia.
Ante la presencia de uno o más de estos síntomas, es fundamental llamar a emergencias inmediatamente, ya que los primeros minutos son determinantes para reducir el daño que puede ocurrir en el cerebro.