El plástico es un material que se cuestiona cada vez más debido a sus características poco ecológicas. Sin embargo, se han utilizado tradicionalmente para almacenar y preservar alimentos, algo que ahora se cuestiona a partir del resultado de nuevos estudios. Es que según las últimas investigaciones, algunos materiales podrían ser una fuente impensada de sustancias carcinógenas, especialmente vinculadas al cáncer de mama.
Así lo señaló un estudio suizo que identificó unas 200 sustancias existentes en estos envases, que podrían trasladarse a los productos consumidos hacia las personas. Entre otras, se pueden mencionar aminas aromáticas, benceno, estireno y otros compuestos conocidos por inducir tumores en modelos animales y humanos. El problema es que el 80% de estos químicos provienen de envases plásticos.
De este modo, el estudio Food Packaging Forum encendió las alarmas sobre la conexión entre los materiales en contacto con los alimentos y el riesgo de desarrollar cáncer de mama. La exposición a estos químicos ocurre de manera crónica y se debe a que los productos químicos migran de los envases hacia los alimentos que ingerimos diariamente.
Los autores de la investigación señalaron que la investigación mostró la exposición crónica de toda la población a presuntos carcinógenos mamarios de los alimentos. Este contacto con alimentos es la norma y destaca una importante oportunidad para la prevención.
La investigación basada en 181 estudios de migración realizados en los últimos tres años, identificó 76 carcinógenos potenciales relacionados con el cáncer de mama. De los cuales se ha observado que 61 (80%) migran desde plásticos, 23 (30%) provienen de materiales no especificados, 21 (28%) se transfieren desde papel y cartón, 8 (11%) desde metales y 6 (8%) desde materiales compuestos.
Los resultados del análisis revelaron que muchas de estas sustancias tienen un impacto significativo en las vías hormonales. Esta característica las convierte en potenciales factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de mama ya que el estudio identificó 279 carcinógenos mamarios y otros 642 productos químicos que afectaban la señalización hormonal.
Fuente: Infobae