No es extraño que, al escuchar la palabra “sífilis”, pensemos en una enfermedad de la Edad Media. Con toda la información disponible en la actualidad, parecería impensable que estemos ante un aumento de una infección prevenible. Sin embargo, los últimos datos proporcionados por el boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación son verdaderamente preocupantes.
En Argentina, se ha registrado un incremento del 40% en los casos de sífilis, siendo los jóvenes de entre 15 y 34 años el grupo más afectado.
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por la bacteria “Treponema pallidum”, cuyo principal reservorio es el ser humano. La infección se adquiere principalmente por contacto sexual con una persona infectada, generalmente a través de úlceras infecciosas en la región genital, el ano, el recto, los labios o la boca. También puede transmitirse de manera perinatal a través de la placenta o durante el parto, o mediante transfusiones de sangre. La transmisión sexual ocurre con mayor frecuencia durante las etapas de sífilis primaria, secundaria o latente temprana.
La evolución natural de la sífilis, cuando no se trata, se divide en distintas fases:
– Sífilis temprana: ocurre dentro del primer año desde la infección e incluye la sífilis primaria, secundaria y latente temprana.
– Sífilis tardía: aparece después del primer año e incluye la sífilis latente tardía y la terciaria.
– Neurosífilis: puede manifestarse en cualquier fase de la enfermedad, de forma sintomática o asintomática.
El diagnóstico de la sífilis varía según la fase de la enfermedad, la presentación clínica y los antecedentes epidemiológicos de la persona.
Esta infección es un problema de salud pública relevante, ya que existen medidas eficaces para su prevención, diagnóstico, tratamiento y control. El desafío sanitario consiste en organizar e implementar una respuesta integral que minimice su impacto en la salud de la población.
La sífilis ha sido objeto de vigilancia epidemiológica continua debido a su considerable impacto en la salud pública. La información recopilada es clave para planificar estrategias de prevención y tratamiento de las infecciones de transmisión sexual (ITS).
Entre 2018 y 2023, los contagios aumentaron más del 40%, según datos del último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN). En 2023 se registraron 32.293 casos, el mayor número en las últimas tres décadas. La tendencia se mantiene en 2024, con 19.919 casos reportados hasta la fecha.
Las notificaciones de sífilis a nivel nacional y por regiones muestran una tendencia al alza en los últimos años, afectando principalmente a personas de entre 15 y 34 años, con las tasas más altas entre quienes tienen entre 20 y 29 años.
Las diferencias por género son notables: entre los 15 y 34 años, las mujeres presentan mayores tasas, probablemente debido a una mayor accesibilidad a los servicios de salud. Sin embargo, en mayores de 50 años, las notificaciones en hombres superan a las de las mujeres.
¿Cuáles son sus síntomas?
En una primera etapa genera una lastimadura o úlcera, llamada “chancro” generalmente única y no dolorosa, en la boca, el ano, la vagina o el pene. Muchas veces es acompañada por la inflamación de un ganglio en la zona. Esta etapa inicial se llama sífilis primaria.
Aun cuando no se reciba tratamiento, la lastimadura o úlcera desaparece sola después de unos días, y la infección puede progresar a la segunda etapa o sífilis secundaria, después de un período de “latencia” que es variable y durante el cual no aparecen síntomas. Los síntomas de la sífilis secundaria pueden presentarse hasta varios meses más tarde. Entre estos pueden aparecer: erupción (o ronchas) en el cuerpo, lesiones en la boca, fiebre y aumento generalizado del tamaño de los ganglios, caída del cabello, malestar general, verrugas en la zona genital.
¿Cómo se diagnostica?
Se diagnostica a través de un análisis de sangre que puede ser:
1) Por medio de la extracción de sangre.
2) Por medio del test rápido (TR): el resultado preliminar estará disponible entre los 15 y 30 minutos subsiguientes.
En ambos casos, ante un resultado positivo preliminar, se realizará un segundo estudio confirmatorio.
¿Cuál es el tratamiento?
La sífilis se cura con un tratamiento sencillo y seguro que está disponible en forma gratuita en todos los espacios de salud públicos. El tratamiento debe realizarlo la persona que tiene la infección y su/s pareja/s sexuales.
¿Qué pasa si no se recibe tratamiento?
La infección puede progresar y causar daños al corazón y lesiones en el sistema nervioso, entre otras consecuencias.
¿Cuáles son las vías de transmisión y cómo puede prevenirse?
Vía sexual: se transmite por mantener relaciones sexuales sin uso de preservativo, a través del contacto con semen, líquido pre eyaculatorio, fluidos vaginales, sangre.
Puede prevenirse con el uso d preservativo peneano o barrera oral, y estando atentos/as a signos o síntomas.