El cortisol es una hormona glucocorticoide conocida como la hormona del estrés debido a su papel en la respuesta del cuerpo al estrés. Es importante para diversos procesos del organismo aunque su nivel varía a lo largo del día y se ve afectado por diversos factores. En líneas generales, las hormonas son sustancias químicas producidas por el sistema endocrino que regulan diversas funciones del cuerpo.
Actúan como señales que coordinan y controlan múltiples procesos biológicos y, entre otras funciones, ayudan a mantener el equilibrio interno del organismo o preparar el cuerpo para enfrentar situaciones de estrés. Existen distintos tipos de hormonas y cada una tiene una función específica por lo que su producción está regulada por mecanismos de retroalimentación.
Entre las funciones del cortisol, se pueden mencionar su papel en la respuesta del cuerpo al estrés. Además, regula el metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas, favoreciendo la formación de glucosa y ayuda al cuerpo a responder a situaciones de estrés mediante la activación del sistema nervioso simpático y la liberación de energía.
Además, el cortisol está en sistema inmunológico en donde actúa como inmunosupresor. En el sistema nervioso central produce euforia y otros cambios de humor mientras que también actúa como un antiinflamatorio ya que evita los efectos dañinos de la reacción inflamatoria.
Claves para saber si el cortisol está elevado
Hay que tener en cuenta que los niveles de cortisol varían a lo largo del día y suelen ser más altos por la mañana y más bajos hacia la noche. Esto se debe al ritmo circadiano que regula el estado de alerta y el sueño. Factores como el estrés, el ejercicio, el consumo de alcohol y las alteraciones del sueño pueden afectar los niveles de cortisol.
Más allá de esto, existen algunos síntomas que se pueden relacionar con el cortisol elevado. En estos casos y, como siempre, es importante una consulta con el médico de cabecera. Las principales señales son las siguientes:
Aumento de peso: es uno de los primeros signos y es más notable en la parte superior del cuerpo, especialmente en la cara, el abdomen y la parte superior de la espalda. Esto se debe a un aumento y redistribución de la grasa corporal, así como a la retención de líquidos.
- Alteraciones del sueño
- Cambios en el metabolismo de la glucosa
- Efectos sobre el sistema nervioso como ansiedad, irritabilidad, depresión, euforia y cambios de humor
- Problemas digestivos
- Pérdida de fuerza muscular
- Reducción de la densidad ósea
- Problemas de piel
- Deficiencias en el sistema inmunológico con aumento de la susceptibilidad a infecciones y enfermedades autoinmunes.
Cómo regular los niveles de cortisol
Para regular los niveles de cortisol es importante trabajar en la disminución del estrés e incorporar hábitos de vida saludables. Entre ellos se destacan hacer actividad física, llevar una alimentación saludable y dormir adecuadamente ya que durante el sueño el cuerpo reduce la producción de cortisol.
En este marco también es importante reducir el consumo de alcohol y cafeína, implementar meditaciones o técnicas de relajación, socializar y buscar relaciones positivas.
Fuente: Cuidate Plus