La glándula tiroides es aquella que se localiza en la parte central del cuello y que se encarga de la producción de hormonas tiroideas que participan de la mayor parte de las funciones corporales y de la regulación del metabolismo. Existen diversas enfermedades asociadas a esta glándula ya sea por producción excesiva o insuficiente de esas hormonas. Existen dos enfermedades relacionadas con esta glándula que, en líneas generales, son las más comunes. Una es el hipotiroidismo y la otra el hipertiroidismo.
Por una parte, el hipotiroidismo es consecuencia de la insuficiente producción y liberación de las glándulas tiroideas. Se trata de uno de los trastornos endocrinos más frecuentes, especialmente en mujeres y en mayores de 60 años. El síntoma más característico del hipotiroidismo es el cansancio, pero desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) apuntan también los siguientes:
Entre los síntomas más característicos se pueden mencionar: Dificultad para respirar con el ejercicio, facilidad para sentir frío, estreñimiento, piel seca y gruesa, hinchazón en cara, manos, pies, lengua o cuello (bocio). La pérdida de cabello, su sequedad, las uñas quebradizas, los ciclos menstruales irregulares, el aumento de peso y el descanso irregular con tendencia al sueño durante el día; son otras señales comunes del hipotiroidismo.
El déficit de yodo es la causa más frecuente de hipotiroidismo, aunque un exceso de yodo también puede ser el responsable. Por este motivo, luego del diagnóstico, es muy importante tomar la medicación pautada así como realizar controles periódicos con el clínico o el endocrinólogo. Por otra parte, es importante evitar el frío extremo para reducir el riesgo de coma mixedematoso, que es una situación más grave que afecta fundamentalmente a pacientes ancianos que han suspendido su medicación.
En tanto, el hipertiroidismo el problema es el exceso de producción de la hormona tiroidea. Es menos común que el hipotiroidismo puede causar cambios de humor, ansiedad, fatiga y palpitaciones del corazón. Para abordar esta afección, es necesario seguir una medicación específica durante varios meses. Si en este periodo el paciente no se ha curado, hay otros tratamientos, como la administración de yodo 131.
Fuente: Cuidate Plus