El 17 de mayo es el Día Mundial de Hipertensión con el fin de tomar consciencia sobre esta enfermedad silenciosa, atada a la cardiovascular (ECV), una de las principales causas de fallecimiento. Hay que tener en cuenta que más del 50% de las muertes por ECV se atribuyen a la presión arterial elevada (hipertensión).
La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad que se presenta cuando se eleva la presión arterial en forma sostenida por encima de los valores considerados normales. Habitualmente no da síntomas, por este motivo se la considera más peligrosa. Además, es la enfermedad crónica más importante para el desarrollo de enfermedades vasculares a nivel de los riñones, cerebro y corazón.
En Argentina y América Latina, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de una cuarta parte de las mujeres adultas y cuatro de cada diez hombres adultos padecen hipertensión. En general tanto el diagnóstico como el tratamiento y los controles son deficientes. Solo unos pocos países tienen una tasa de control de la hipertensión en la población superior al 50%.
Cómo prevenir
No es menor el impacto que la presión alta tiene en la salud de las personas. Por este motivo es importante realizar controles anuales con el médico clínico al tiempo que tomar cartas en el asunto si se descubre que la presión es mayor a la establecida como saludable. Este límite es variable en las distintas personas y hay que realizar tomas de presión de manera relativamente seguida para poder establecer un patrón.
No obstante, en líneas generales, la presión arterial normal en adultos se considera generalmente como una lectura de 120/80 mmHg. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las lecturas normales pueden variar ligeramente según la edad, el sexo, el peso y otros factores individuales. Siempre es recomendable consultar con un médico para determinar cuál es la presión arterial óptima para cada persona en particular.
Entre las principales acciones de prevención se encuentran:
- Evitar el tabaquismo
- Mantener un peso adecuado
- Moderar el consumo de alcohol
- Una alimentación con consumo moderado de sal
- Comer frutas y verduras a diario
- Realizar actividad física regularmente