El papel desempeñado por los dentistas va más allá del simple mantenimiento de la salud bucal; su influencia se extiende al bienestar general del cuerpo. Sorprendentemente, estos profesionales tienen la habilidad no solo de cuidar de los dientes, sino también de identificar condiciones sistémicas como la diabetes a través de síntomas detectables en la salud bucal. Sin embargo, persisten muchos mitos y temores asociados a estos especialistas, lo que impide que la población adopte una rutina ideal de cuidados, tanto en la consulta como en casa, muchas veces por falta de educación sobre prácticas adecuadas.
Según un estudio realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), se encontró que el 89% de los brasileños higienizan la boca menos de dos veces al día, y solo el 53% utiliza hilo dental al cepillarse los dientes. Estos datos son alarmantes, especialmente considerando que las caries afectan al 60% de los niños menores de 5 años y aumentan al 70% a los 12 años. Para los jóvenes de 15 a 19 años, este número aumenta a preocupantes 90%. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que las enfermedades bucales afectan a aproximadamente 3.5 mil millones de personas en todo el mundo, siendo las caries las más frecuentes con aproximadamente 2 mil millones de casos graves, seguidas por la periodontitis con alrededor de 1 millón de casos y la edentulismo con 350 millones de casos en un año.
Estas cifras presentan una perspectiva preocupante, superando incluso los casos combinados de las cinco principales Enfermedades No Transmisibles (ENT): trastornos mentales, enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer.
Es crucial destacar que lo que sucede en la boca no se limita a ese espacio; afecta a todo el cuerpo. Numerosos estudios han correlacionado la salud bucal con la salud sistémica, subrayando la importancia de las visitas periódicas al dentista dentro de los intervalos recomendados. La innovación tecnológica está revolucionando ahora los tratamientos odontológicos, proporcionando opciones más efectivas y menos dolorosas para los pacientes. Un ejemplo notable es el Protocolo Guided Biofilm Therapy (GBT), que elimina el miedo de ir al dentista al minimizar las molestias, haciendo la experiencia más agradable, personalizada e incentivando así las visitas regulares.
Con su enfoque mínimamente invasivo, centrado en la prevención y máxima comodidad para el paciente, el Protocolo GBT mejora significativamente la experiencia del paciente en la clínica dental. La tecnología incorporada en las ocho etapas del protocolo beneficia tanto al dentista como al paciente, proporcionando tratamientos más eficientes en menos tiempo.
El tratamiento, conocido por ofrecer la máxima comodidad al paciente, utiliza agua tibia, minimiza ruidos indeseados y depende menos de dispositivos manuales y ultrasónicos. La limpieza y eliminación del biofilm dental preservan los tejidos, mientras que el enfoque personalizado destaca los diferentes tipos de biofilm bucal, permitiendo al dentista educar al paciente sobre las áreas que requieren atención especial en la higiene diaria.
Reconocer que las necesidades de salud bucal varían de persona a persona, influenciadas por factores como la dieta, los hábitos diarios y las condiciones sistémicas, es esencial. Cada individuo debe asumir el protagonismo en su propio cuidado bucal, no solo confiando en el dentista, sino también entendiendo la importancia de prácticas específicas para su situación única.
Una brecha significativa en la salud bucal de la población en general es la falta de educación en higiene. Muchos mitos persisten en relación con la salud bucal y los profesionales dentales, que solo pueden ser desmitificados mediante información precisa y prácticas adecuadas. La educación sobre técnicas de cepillado, por ejemplo, a menudo se descuida, a pesar de ser un aspecto fundamental para el mantenimiento de la salud bucal.
Es común que los tejidos bucales se ignoren hasta que ocurran síntomas evidentes, como dolor, hinchazón o sangrado. La boca, a veces, se trata de forma aislada, enfocándose solo en los dientes, lo cual es un equívoco. La práctica del cepillado con el cepillo inclinado a 45°, por ejemplo, es crucial para limpiar las áreas delicadas en el surco gingival, a menudo descuidadas. Herramientas modernas, como cepillos eléctricos e interdentales, son aliadas valiosas cuando se usan correctamente y se orientan por profesionales.
El Protocolo GBT, al combinar orientación profesional y comodidad durante el tratamiento, motiva a los pacientes a programar consultas regulares, contribuyendo al mantenimiento de la salud bucal. La tecnología innovadora no solo mejora las prácticas tradicionales, reduciendo el malestar del paciente, sino que también educa y redefine la importancia del dentista en la vida de sus pacientes.
*Por Gislaine Sachetti, gerente de Educación y Marketing Dental y Médica para LATAM en EMS (Electro Medical System) Sachetti es licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Federal de São Carlos (UFSCAR) y tiene una maestría en Estrategia y Gestión de Negocios por la Universidad Getúlio Vargas. Actualmente, se desempeña como Gerente de Educación y Marketing Dental y Médica para LATAM en EMS (Electro Medical System), una empresa suiza líder en dispositivos médicos en las áreas de Dental, Terapia del Dolor y Urología.