La actividad física es clave para mejorar diversas dolencias o enfermedades. La presión arterial alta no es la excepción y ahora hay nuevas posibilidades para mejorar esta condición. Así lo afirma una nueva investigación de carácter internacional.
Los ejercicios de fortalecimiento de los músculos por contracción o isometría como las sentadillas con apoyo en la pared o la posición en plancha sostenida se encuentran entre las mejores formas de reducir la presión arterial, señala el estudio publicado en Gran Bretaña.
La revista especializada British Journal of Sports Medicine realizó una investigación con a 16.000 personas. Además de demostrar que todo tipo de actividad física es buena para bajar la presión, llegaron a la conclusión que hay dos tipos de ejercicios isométricos que son clave para mejorar la condición de las personas que tienen presión alta.
La presión sanguínea en las arterias se mide en milímetros de mercurio (mmHg). Las cifras por debajo de 130/85 mmHg son saludables, mientras que superiores a 140/90 mmHg son altas, según el estudio.
Los ejercicios y sus beneficios
En su guía para la buena salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los adultos hacer dos y cuatro horas semanales de actividad física aeróbica moderada o la mitad de tiempo, pero a mayor intensidad.
Esto es porque el sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, la mayor causa de muerte en el mundo. En este contexto, el estudio publicado avala la importancia de la actividad física al tiempo que individualiza dos ejercicios particularmente beneficiosos.
No se trata solo de caminar, correr u otro ejercicio aeróbico sino de dos posturas isométricas que mostraron ser útiles en la reducción de la presión arterial y, por tanto, del riesgo de derrame cerebral en los pacientes.
Se trata, por un lado, de las sentadillas contra la pared. Por el otro, de las planchas sobre el piso que desnudaron mejores resultados en el objetivo de bajar la presión. Estos ejercicios isométricos o de contracción están diseñados para aumentar la fuerza sin mover los músculos ni las articulaciones.
Sin olvidar la importancia de consultar al médico de cabecera o especialista antes de comenzar cualquier actividad física, es importante realizarla bajo la guía de profesionales.
Por último, además del ejercicio, la OMS recomienda también dejar de fumar, perder peso y mantener una dieta saludable lo más libre de procesados el objetivo es mantener la salud cardiovascular y, por tanto, la presión alta a raya.
Fuente: La Nación