Dormir mal o no dormir durante el período de gestación es algo que afecta al 40% de las mujeres. En especial hacia el final del ciclo por motivos físicos y propios del embarazo. Se trata de dolencias como la lumbalgia, reflujo gastroesofágico o ardores. También la necesidad de orinar con frecuencia, calambres o la angustia cuando se acerca el momento del parto.
Por otro lado, una porción no menor de embarazadas padece lo que se conoce como síndrome de piernas inquietas. La apnea del sueño es otra molestia que interrumpe el buen dormir de las mujeres cuando están por dar a luz.
El mal dormir hace que las personas se levanten más cansadas, pero _sobre todo_ es importante tratar el insomnio porque puede tener consecuencias tanto para la madre como para el bebé.
En la primera aumenta el riesgo de depresión postparto, de ansiedad y de dos complicaciones asociadas a menudo a la gestación: hipertensión y diabetes. En relación al feto, hay que tener en cuenta de que es mayor la posibilidad de que tenga que nacer por cesárea o que tenga peso bajo en el momento del parto.
Así, aunque parezca algo menor, es importante tomar medidas y precauciones para favorecer el sueño durante esta etapa de la vida.
Recomendaciones
En primer lugar, se desaconsejan los métodos farmacológicos para dormir debido a que no hay datos que comprueben que son realmente útiles y a que en general es importante no incrementar la medicación durante el embarazo.
Como segunda medida, hay que tener en cuenta que no se busca un sueño perfecto, pero sí lo suficientemente reparador para sentirse relativamente bien al día siguiente.
También hay que tener en cuenta las rutinas para el sueño que incluye no mirar pantallas al menos dos horas antes de acostarse. Por otra parte, otros elementos que favorecen el sueño son: horarios fijos, cenas ligeras, alimentos sin grasa, azúcares ni picantes.
Un yogur o un vaso de leche antes de acostarse contribuyen a evitar el reflujo así como dormir en una cama elevada 45 grados o con un almohadón en las piernas también sirve para la acidez. Además, es útil la música relajante, la lectura así crear un ambiente silencioso y tranquilo
Durante el día, las caminatas o _apto médico mediante_ realizar actividades como el yoga o estiramientos son una manera de favorecer el sueño de la noche. Siempre dentro de las posibilidades que permite el embarazo y el estado de la madre.
En el momento en que el insomnio llega, la recomendación es mantenerse tranquila: escuchar música, leer y tratar de no levantarse sin realizar actividades determinadas. Definitivamente, mirar el celular en estos momentos también está desaconsejado.
Fuente: Cuidate Plus