La detección es el primer paso para tratar la pérdida auditiva y las enfermedades del oído, y puede hacerse a través de la realización de estudios audiológicos, tanto al nacer como a lo largo de toda la niñez, permitiendo que cualquier afección pueda ser detectada en la etapa más temprana posible.
“Es fundamental que los adultos responsables de la salud de los más pequeños puedan estar atentos a la posible sintomatología para actuar ante las primeras alertas y acudir de inmediato a un profesional que pueda brindar las pruebas necesarias y un diagnóstico acertado”, señala Verónica Del Vecchio, Dra. en Fonoaudiología y referente de MED-EL.
Tal como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la niñez, casi el 60% de los casos de pérdida de audición se deben a causas que pueden prevenirse mediante medidas como la vacunación para la rubéola y la meningitis, la mejora de la atención materna y neonatal, el cribado y el tratamiento temprano de la otitis media (es decir, las enfermedades inflamatorias del oído medio).
¿Por qué es tan importante la detección temprana?
La detección temprana de la hipoacusia, es esencial para no comprometer el desarrollo comunicativo y emocional. Ya que la audición es fundamental para tener experiencias interactivas que estimulan el desarrollo del lenguaje, cognitivo y social de los niños. Es común que, dentro de los primeros años de vida en adelante, se realice una audiometría, que consiste de un examen en donde se mide la capacidad de cada oído de percibir tonos de diversas bandas del espectro audible.
En nuestro país contamos con la Ley de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia, que señala que todo niño recién nacido tiene derecho a recibir un estudio temprano sobre su capacidad auditiva y luego, se le brinde tratamiento en forma oportuna si fuera necesario, ya que las doce primeras semanas de vida extrauterina son especialmente importantes para el desarrollo de las vías auditivas.
Signos y alertas para niños menores
– No responde cuando lo llaman por su nombre;
– En algunos casos se observa una elevación el tono de voz;
– Ausencia o alteración en el desarrollo del lenguaje;
– No responde a sonidos ni diferencia sus intensidades;
– Distorsión en el desarrollo de sus actividades cotidianas (colegio, deportes, etc);
– No está alertas a los sonidos;
La hipoacusia posee múltiples causas según la etapa en donde inicia, pero provoca consecuencias mucho más amplias en los primeros tres años de vida y durante toda la infancia, ya que es la etapa de mayor desarrollo del sistema auditivo. Entre las posibles causas se encuentran factores hereditarios, congénitos o adquiridos desde el momento del nacimiento, incluso puede desarrollarse a lo largo de la vida por numerosos y variados factores causales.