La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que requiere de inyecciones diarias de insulina con el objetivo de equilibrar los altos niveles de glucosa en sangre. Muchas veces, esta dolencia se combina con una especie de bulimia debido a la aparición de conductas tendientes a evitar la suba de peso.
Esta combinación de diabetes y bulimia se denomina diabulimia y, básicamente, se usa para describir a las personas con diabetes tipo 1 que deliberadamente toman muy poca insulina para tratar de controlar su peso. Este trastorno de la conducta alimentaria afecta en mayor medida a las mujeres con especial incidencia en adolescentes.
Según el análisis Trastornos de la conducta alimentaria y diabetes mellitus del hospital Sanitas CIMA, en Barcelona, con la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla, y el Instituto de Ciencias de la Conducta, entre el 10% y el 20% de las adolescentes así como entre el 30% y el 40% de las adolescentes y adultas jóvenes han obviado o alterado alguna dosis para controlar el peso.
En este contexto, el peso se pierde a partir de diversos mecanismos que tienen que ver con la eliminación de glucosa por la orina lo que, entre otras cuestiones, destruye los depósitos de grasa del organismo y produce cuerpos dañinos para el cuerpo, llamados cetónicos.
A diferencia de otros trastornos alimentarios, los pacientes no dejan de comer ni se autoprovocan vómitos después de un atracón sino que, al no inyectarse insulina, se produce dicha pérdida de peso. Se trata de una conducta muy riesgosa y difícil de detectar por parte del entorno más cercano.
Los riesgos para la salud de esta acción son diversos y pueden afectar a diferentes órganos del cuerpo. No hay que olvidar que desde el cerebro hasta los riñones, los músculos y los intestinos pueden utilizar los cuerpos cetónicos para obtener energía, pero no por mucho tiempo.
Si la situación persiste, se produce una disminución del Ph de la sangre y se desarrolla la llamada cetoacidosis diabética y deshidratación; con posibilidad de llegar a la muerte. En este contexto, es clave detectar esta afección antes de que tenga un impacto negativo en el control glucémico del paciente.
Cuando se confirma el diagnóstico a través de un proceso de entrevistas con médicos, psicólogos y endocrinólogos entre otros especialistas, es importante educar al paciente en el autocontrol y ayudarlo a volver a participar en los cuidados de la diabetes.
Indicios a tener en cuenta
Aunque no es sencillo detectar esta situación, algunos de los indicios que pueden delatar la Diabulimia son los siguientes:
- Si el o la paciente dice que come poco y se ve en él una pérdida de peso importante.
- Cuando el o la paciente ingresa muchas veces en el hospital por cetoacidosis diabética.
- Cuando hay retraso en el crecimiento de los adolescentes y pérdida de menstruación en las niñas.
Fuente: Cuidate Plus