El maltrato a las personas grandes se define como un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad. También se refiere a cuando no se hace nada para evitar estas situaciones y, sobre todo, a los sucesos que se producen dentro de las relaciones familiares o de confianza.
Aunque tanto en Argentina como en otras partes de América Latina las personas ancianas sufren de desprotección económica y social, el maltrato a la vejez no está relacionado con este aspecto de manera específica aunque lo incluye. Más bien se trata de maltrato físico, psíquico, emocional o sexual, y del abuso de confianza en cuestiones económicas. También se refiere al resultado de la negligencia, sea intencional o no.
Debido a que se trata de una práctica habitual en contextos de valoración extrema de la juventud y de la belleza, el 15 de junio es el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez. Se trata de una iniciativa para observar el problema e intervenir en contra de esto.
Según Naciones Unidas, entre 2019 y 2030, se prevé que el número de personas de 60 años o más aumente en un 38%, de mil millones a 1,4 mil millones y supere en cantidad a la juventud mundial. Por este motivo, se requiere que se preste mayor atención a los desafíos específicos que afectan a las personas mayores, incluso en el campo de los derechos humanos.
La carga negativa que suele tener la ancianidad debido a la improductividad o enfermedad así como a las tintas excesivamente positivas con relación a la riqueza y la productividad, ha llevado a sacar del lugar de sabiduría a los ancianos para colocarlos en un espacio de soledad o prejuicios.
Sin mencionar la dificultad de infinidad de familias de clase media y baja para cuidar adecuadamente a personas ancianas con alguna discapacidad o dificultad por la edad; una práctica común es aislar a las personas mayores. Lo que no solo conlleva a faltas de respeto en el interior de los hogares sino también maltrato en la vía pública.
La sociedad en general así como las instituciones, sobre todos las médicas, también naturalizan el desprecio hacia las personas mayores; lo que dificulta aún más su atención o cuidado. En este marco, la toma de consciencia para evitar el maltrato y la discriminación con los más grandes es un día a día.
Entre las actividades que se pueden realizar para evitar el aislamiento de las personas mayores se puede mencionar el darles autonomía y fomentar su socialización. Del mismo modo, favorecer el contacto entre los más ancianos y los más jóvenes como una manera de enriquecimiento mutuo e incentivar el respeto y el trato cordial.
Desde Naciones Unidas se explica que, “aunque se desconoce la magnitud del maltrato de los ancianos, su importancia social y moral es indiscutible. Por este motivo, este problema requiere una respuesta mundial multifacética que se centre en la protección de los derechos de las personas de edad”.
En el marco esta conmemoración el INADI reafirma su compromiso de continuar trabajando en pos del reconocimiento y el pleno ejercicio de los derechos humanos de las personas adultas mayores que se encuentran en situación de discriminación y vulnerabilidad, propiciando su empoderamiento y autonomía.