“Un accidente cerebrovascular (ACV) o ataque cerebral sucede cuando se detiene el flujo sanguíneo a parte del cerebro. Al no poder recibir el oxígeno y nutrientes que necesitan, las células cerebrales comienzan a morir en minutos. Esto puede causar un daño severo al cerebro, discapacidad permanente e incluso la muerte”.
Así define la página Medline Plus esta enfermedad que afecta a cerca de 15 millones de personas en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El organismo también consigna que el accidente cerebrovascular representa la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en adultos a nivel mundial.
Aunque se trata de una dolencia relativamente frecuente, estos días se puso en agenda debido al ACV que sufrió el senador provincial Alejandro Bermejo antes del discurso del gobernador el 1 de mayo en la Legislatura.
En líneas generales no es sencillo de anticipar la aparición de un episodio cerebrovascular, pero existen factores de riesgo que pueden prevenirse al adoptar hábitos saludables de vida. En este contexto, lo principal es realizar un control médico anual con el objetivo de que el especialista evalúe el estado general.
Por otro lado, realizar actividad física sostenida, alimentarse de manera saludable, consumir frutas y verduras así como reducir el consumo de sal, son algunas de las recomendaciones para prevenir este tipo de episodios.
En este combo de hábitos saludables, el estrés ocupa un espacio clave si se tiene en cuenta que un estudio de la OMS y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que las jornadas laborales largas podrían favorecer los ACV. El análisis mostró que los días de trabajo prolongados provocaron 745 000 defunciones por accidente cerebrovascular y cardiopatía isquémica en 2016, una cifra un 29% superior a la del año 2000.
La clave de los primeros minutos
Como se anticipó, para prevenir los ACV son importantes los hábitos saludables y las consultas periódicas al médico. Sin embargo, lo particular de esta enfermedad es que aparecen de un momento a otro sin avisos previos; al menos que pueden interpretarse como tales.
Del mismo modo, los síntomas pueden ser diferentes y muy sutiles, pero lo importante es _ante la duda_ acudir cuanto antes a una emergencia médica ya que en este caso la atención temprana es clave para la recuperación.
Algunos de los síntomas que describe el Ministerio de Salud de la Nación son:
- Debilidad o sensación de que se duerme un lado de la cara, un brazo o una pierna, especialmente del mismo costado
- Confusión al hablar
- Problemas para hablar o entender lo que se le dice
- Problemas para caminar
- Mareos
- Pérdida de equilibrio o falta de coordinación del cuerpo (por ejemplo, querer agarrar algo y no poder)
- Dolor de cabeza muy fuerte y repentino