El primer martes de mayo se celebra el Día Mundial del Asma, un evento organizado por GINA (Iniciativa Global para el Asma). El objetivo es involucrar a los pacientes con la atención y control del asma, reducir los posibles factores de riesgo y enseñar a las personas qué se debe hacer ante un posible ataque o crisis de esta enfermedad.
El asma es una patología crónica que afecta a un alto porcentaje de la población mundial, siendo los niños la población más vulnerable. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 330 millones padecen de esta enfermedad a nivel global.
En 2023 el lema para el Día Mundial del Asma es: “Atención al asma para todos”. La mayoría de mortalidad a causa del asma ocurre en países de ingresos bajos y medios.
¿Qué es el asma?
El asma es una patología de las vías respiratorias que ocasiona que los pulmones no funcionen de forma correcta. Esto provoca que tanto la entrada como la salida del aire no sean de calidad por una inflamación crónica del aparato respiratorio.
Generalmente las personas que sufren esta enfermedad son más vulnerables a factores externos como el clima, el polvo, el humo y sustancias químicas, los cuales pueden fácilmente desencadenar un brote de asma.
Principales síntomas del asma
El asma es considerada como un padecimiento crónico, que genera una serie de síntomas que pueden variar de acuerdo a la frecuencia, duración e intensidad:
Respiración sibilante, caracterizada por la presencia de sonidos similares a los de un silbido. Es más notable si la persona está agitada o cansada.
Tos improductiva, que suele ser más recurrente durante la noche y en las primeras horas de la mañana.
Dificultad para respirar y sensación de ahogamiento.
Sensación de opresión en el pecho.
Puede haber presencia de secreción o mucosidad al toser.
¿Cómo se hace el diagnóstico?
El diagnóstico de asma se basa en la presencia de los síntomas mencionados, más pruebas de función pulmonar como la espirometría.
La espirometría es una prueba no invasiva que mide la capacidad pulmonar mediante el volumen de aire que se espira. Se puede comprobar si existe obstrucción de los bronquios, así como su intensidad.
También se puede medir la variabilidad del flujo máximo, mediante un pico flujo (aparato portátil) que permite constatar la capacidad pulmonar de la persona y estudiar las variaciones.
¿Cuáles son sus principales complicaciones?
El asma mal controlada da lugar al desarrollo de crisis asmáticas que, en ocasiones requieren internación e incluso pueden comprometer la vida de la persona.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
Tratamiento preventivo: Incluye las medidas preventivas y los medicamentos de uso diario si están indicados.
Tratamiento de rescate: Es la medicación indicada cuando los síntomas empeoran.
¿Cómo se realiza el seguimiento?
Es conveniente realizar consultas periódicas al centro de salud para evaluar el nivel de control del asma, un examen físico detallado y una espirometría cuando sea necesaria