Existen diversos tipos de actividades recomendadas para incentivar la memoria, la agilidad mental así como la capacidad de resolución de problemas. Como otros aspectos fisiológicos, la cabeza empieza a decaer con la edad y es preciso encontrar nuevos desafíos que la sostengan.
Bajo esta premisa es que existen los llamados gimnasios cerebrales. Allí un grupo multidisciplinario integrado por neurólogos, psicólogos y profesores de educación física; entre otros, diseñan diversas rutinas para fortalecer e integrar las distintas áreas cerebrales.
Aunque se trata de crear una suerte de reserva cognitiva con el objetivo de disminuir el deterioro y bajar riesgos de enfermedades en especial mentales, este tipo de entrenamiento no es exclusivo de los mayores de 60 sino que también está destinado a personas de cualquier edad que pretendan desafiar su cerebro y agilizar su mente.
Este tipo de lugares así como la moda de darle a la cabeza tareas diferentes se da dentro del contexto general del crecimiento en la expectativa de vida, también se incrementan las discapacidades en general así como las personas que pueden tener algún tipo de demencia o enfermedades como el Alzhéimer, altamente difundida.
Los especialistas explican que existen estudios difundidos de que un cerebro con mayor volumen tiene menos posibilidades de desarrollar enfermedades al tiempo que se ha demostrado que la actividad física y las caminatas habituales contribuyen a reducir las posibilidades de tener trastornos cognitivos.
Esto, en parte, porque es cada vez más frecuente la demencia generada por problemas vasculares. De este modo, tener una reserva cognitiva a partir no solo de la actividad física sino de la buena alimentación y un sueño reparador sirve para bajar los riesgos que aumentan con la edad.
La gimnasia cerebral va un poco más allá e incentiva la lectura, la meditación, la atención plena, los juegos de mesa, escuchar música, hacer yoga y hasta teatro o improvisación o conocimiento de programas informáticos como manera de desafiar las rutas habituales de la propia mente.
De este modo, en los gimnasios cerebrales se realizan distintas actividades como las mencionadas así como se suman ejercicios para entrenar la memoria, el lenguaje y la atención. También se hacen prácticas de mindfulness y se enseña idiomas. Todo esto se combina con ejercicios físicos que incluyen coordinación y velocidad mental.
Es importante destacar que este tipo de actividades, por un lado, pueden hacerse en casa por cuenta propia, pero se requiere de persistencia y perseverancia en el tiempo. Así, aunque siempre es ideal un asesoramiento profesional, la lectura, las actividades nuevas y todo lo que implique una dificultad aunque sea manual puede ser útil para entrenar el propio cerebro.
Por otro lado, hay que recordar que son actividades que ralentizan el avance de enfermedades o del mismo deterioro por la edad pero que no detienen las patologías una vez que son diagnosticadas. Eso sí, son muy útiles para tener una mejor calidad de vida.
Fuente: La Nación